"Todo parece estar bien con el bebé. Solo parece haber crecido un poco más de lo que esperaba, pero solo un poco. Tal vez el periodo de gestación sea algo menor que 9 meses." Anunció Bulma serena. "¿Cómo te has sentido, Goten?"
"Muy bien. No he tenido dolores, mareos o nauseas... Ningún malestar evidente." Respondió el castaño ante la pregunta de la peliazul. Si Goten debía ser honesto, estar embarazado se estaba tornando algo incómodo. Su cuerpo estaba cambiando rápida y evidentemente, sus pies estaban hinchados, a cada rato necesitaba ir al baño... y últimamente, el bebé tenía la costumbre de- "Ahh..." Lanzó un pequeño quejido mientras se tocaba el vientre. Pronto notó que tanto Bulma y Trunks lo miraban interrogantes. "Tranquilos, es que el bebé se está moviendo mucho últimamente, y creo que se nota que tiene sangre saiyajin, si saben a lo que me refiero." Les explicó con diversión. La mujer acentuó su sonrisa y asintió comprensivamente, por lo que podía intuir que ella pasó por lo mismo con sus embarazos... pero Trunks abrió mucho los ojos...
"¿Cómo? ¿Qué? ¿Qué?" El pelilila con torpeza balbuceó. Goten resistió reírse en su cara, y tomó una de las manos del otro para posicionarla en el punto donde la criatura había decidido que era su punto de entrenamiento favorito aparentemente. El bebé no tardó en hacer un acto de presencia provocando que Trunks comenzara a sonreír. Vio ahora como con ambas manos tocaba cerca de donde había sentido el golpe y se acercaba aun más. "Hola... Soy tu papá... o más bien uno de tus papás..." Susurró, logrando así que el bebé siguiera golpeando con más ánimo. "¡Reconoció mi voz!" Trunks exclamó emocionado, ahora mirándolo a los ojos. Aunque de repente las reacciones de la criatura le dolieran, ver a su pareja conmovido le daba una sensación cálida en el pecho.
"Les tengo una noticia..." Bulma dijo delicadamente, como si realmente no quisiera romper el momento que estaban teniendo. "Ya sé cual es el género del bebé... ¿Quieren saberlo?"
"Sí."
"Obvio."
Dijeron los dos casi al mismo tiempo, haciendo reír a la mujer.
"Es un niño." Goten ya podía imaginarse a su futuro hijo corriendo y jugando. Pronto, sintió como Trunks acariciaba su vientre al mismo tiempo que lo miraba a él con cariño.
"Mamá, hoy pasaremos la noche fuera, ¿de acuerdo?" Tanto él como la peliazul voltearon a ver a Trunks cuando dijo eso.
"Ok. Qué se diviertan." Soltó la madre serenamente. Pero Goten estaba contrariado, ya que Trunks le dijo que se quedarían ahí. Se sentía contento y emocionado por la noticia del género del bebé, pero no estaba en condiciones para salir a festejar... ¡Era cosa de verle la panza!
¿Qué tenía planeado el otro?
"Si no te apetece, solo díselo."
Mientras esperaba a Trunks en la entrada de la casa con su bolso, pensaba en que podría decir para rechazar el plan del pelilila de la forma más amigable posible. Lo único que quería era compartir una cena agradable y una noche con él, no salir a arriesgar a exponerse al mundo en su estado. Pronto, llegó su pareja con un bolso y un enorme contenedor de comida.
"Listo. Vamos." Anunció con una sonrisa caminando hacia la puerta.
"Emmm... Trunks, creí que nos quedaríamos aquí..." Goten intentó tranquilamente.
"Pues, sí nos quedaremos por aquí, solo que no en la casa." Le respondió riendo un poco. Para el castaño, el otro parecía algo nervioso.
"¿Vamos a acampar?" Soltó entonces incrédulo, y como si Trunks hubiese leído su mente, lo miró de igual forma antes de hablar.
"No te haría acampar estando embarazado de más de seis meses."
"¿Entonces...?" El pelilila rodó los ojos y lo obligó a salir de la casa.
"Camina, ¿quieres?" Goten, no muy contento, se dejó guiar. Sin embargo, no se alejaron demasiado cuando Trunks sacó un objeto de uno de sus bolsillos con una mano temblorosa y con cuidado tomó su mano para entregárselo.
"¿Qué es esto?" Preguntó el castaño alternando la vista entre el artefacto que le había dado y él.
"Es una cápsula. Ábrela." Le ordenó suavemente en lo que indicaba hacia un sector como propuesta para arrojar la cápsula, ya que era amplio y despejado. Podía sentir que Trunks estaba nervioso. Goten arqueó las cejas mientras presionaba el botón y arrojaba el objeto. Con impacto notó que algo parecido a una nave que levitaba a una baja altura apareció frente a ellos. Era grande, y podría jurar que tenía cierto parecido estético con las casas de la Corporación Capsula.
"No... no entiendo... ¿Qué es eso?" Preguntó indicando el ahora enorme artefacto flotante frente a ellos. Trunks tomó su mano y comenzó a caminar hacia la nave. Lo vio presionar una de sus palmas sobre un panel para que luego una escalera, deslizándose, comenzara a aparecer hasta chocar contra el suelo, al mismo tiempo que lo que parecía ser una puerta justo arriba de ella se abría. El pelilila ingresó al lugar y él lo siguió detrás. Al entrar, notó que parecía estar en una sala de estar, común y silvestre. Habían unos sillones, una mesa de centro, una televisión, cuadros, lámparas, entre otros adornos que habían sido escogidos con cuidado para ajustarse a una estética precisa. "¿Trunks...?" El pelilila dejó las cosas sobre una mesa separadora con lo que claramente era un comedor. Él lo imitó, y simplemente dejó su bolso en el piso.
"Goten..." Le llamó, acercándose a él. "¿Recuerdas que te dije que te tenía una propuesta?" Trunks preguntó tomando sus manos. El castaño aun estaba terriblemente confundido, por lo que solo atinó a responder con un inseguro:
"Sí..."
Trunks se aclaró la garganta, bastante incómodo.
"Ok, solo lo voy a decir..." Susurró, más para sí mismo que para él. "¿Te gustaría vivir conmigo? ¿Aquí?"
"A- a- a- ¿¡Aquí!? ¿¡Juntos!?" El pelilila asintió ante su cuestionamiento. "Pero... ¿De dónde salió este lugar? ¿De quién es?"
"Es mío... o nuestro, si te gusta." Vio como Trunks alzó la vista casi con nostalgia. "Estuve trabajando en esto desde hace algún tiempo."
"¿Cuánto tiempo?"
"No sé, hace como 12 años, tal vez."
"Pero... en ese tiempo eras solo un niño..." Destacó, aun totalmente anonadado. Algo más relajado, Trunks rio suavemente.
"Bueno... Cuando tienes un padre como el mío que te dice que mientras vivas bajo su techo debes ajustarte a sus reglas..." Goten sonrió contagiándose de su diversión.
"Entonces... tu techo..."
"Mis reglas." Ambos se permitieron reír antes de volver a ponerse serios. "Luego, comenzamos a salir y pensé algunas veces en traerte aquí para poder estar a solas. Pero, no estaba listo y nunca me había dedicado a terminarlo, incluso se me olvidó que lo había hecho por muchos años... Hasta hace unas semanas atrás."
"¿Esto era en lo que te quedabas trabajando hasta tan tarde?" Preguntó Goten emocionado, y se sintió aun más enternecido al verlo asentir. Así que este era el proyecto que tenía obsesionado a Trunks durante las últimas semanas...
"Me tardé más de lo que pretendía, pero quería que estuviese listo para recibirte. Y también le hice unas cuantas modificaciones, como un escritorio para ambos y la habitación de nuestro hijo. Y mira..." Trunks lo guio hacia un panel ahí en la sala de estar, el cual podía reconocer que era una especie de control de mando típico de las naves CC. "Este lugar puede trasladarse, y tiene un sistema de estabilidad que hace que no se sienta dentro de la casa. Podemos vivir básicamente donde queramos, y si queremos estar en otra parte es cosa de volar ahí y listo." Hubo un largo silencio. "¿Te gusta?" Soltó con nerviosismo el pelilila.
"¿¡Es una broma!? Es decir... ¡Nos hiciste una casa móvil!" Goten exclamó tomándose la cabeza. "¡Me encanta!" Dicho esto, abrazó a Trunks y lo besó.
"Te amo." Trunks dijo en voz baja, rodeándolo con sus brazos.
"Yo también te amo." Se quedaron mirando con ternura un rato. "¿Me mostrarías el resto de nuestra casa?"
"Ah, sí, claro." Dijo el pelilila algo aturdido. "Vamos."
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El poder de la luna [Truten]
FanfictionGoten y Trunks mantienen una relación, cada vez más seria con altas expectativas a futuro. Sin embargo, la vida puede cambiar de formas inimaginables, y la duda persistente es si podemos lidiar con eso... ¿Ellos podrán? El universo de Dragon Ball y...