Capítulo 25: Es el momento

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Pasaron algunas semanas desde que Trunks y Goten se instalaron en su nuevo hogar, y el vientre del castaño seguía creciendo, notándose ahora los cerca de 8 meses que tenía. Goten seguía trabajando, solo que en la comodidad de su casa, y su mano derecha en el campo familiar lo mantenía informado, mientras su padre le llevaba los resultados de las muestras que estaba revisando. No era del todo satisfactorio, pero por el momento funcionaba.

Ese día en la mañana se levantó y sabía que sería otro de esos días en los que desearía que ese bebé saliera de una vez de él.

"¿Estás bien, Goten?" Volteó a ver a Trunks, quien lo miraba con preocupación.

"Estoy algo cansado de estar embarazado." El castaño admitió, sonriendo con resignación.

"Ya queda poco." Esa frase lo tenía aburrido. Cada vez que expresaba lo incómodo que se le estaba tornando su estado, su pareja salía con la misma frase.

"Lo sé..." Soltó frustrado. Sabía que Trunks no era estúpido y que podía percibir su malestar, pero no parecía saber que más hacer para contenerlo. No lo culpaba, él reconocía que lo único que lo haría sentir mejor realmente era dejar de estar embarazado.

"Traeré un rico postre para el almuerzo, ¿bien?"

"¿Este es tonto o se hace?"

El pelilila lo estaba intentando, algo que Goten sinceramente apreciaba... Solo por eso se mordió la lengua para no decirle que un puto y miserable postre era probablemente lo más estúpido que podría ofrecerle en un momento como ese.

"Gracias." Le dijo con esfuerzo. Un fuerte malestar que cruzó desde su espalda hasta su abdomen le hizo lanzar un gemido de molestia.

"Voy a llamar a mi mamá para decirle que me quedaré aquí hoy." Trunks anunció sosteniéndolo con fuerza para que lo ocupara como apoyo.

"No es necesario, ya me ha pas-"

"No me voy a concentrar en la oficina pensando en que te dejé en este estado solo." Le dijo su pareja casi con reproche. "La última vez no podía dejar de pensar que no debí irme." Goten recordaba a la perfección ese día. Para él no había sido la gran cosa, solo la molestia física a la que ya se estaba acostumbrando en las últimas semanas... pero Trunks estaba absolutamente nervioso, como si esperara que diera a luz en ese mismo momento.

"¿Estás seguro que no te perjudicará ni un poco?" Goten preguntó tímidamente, ante lo que Trunks rio con elegancia.

"¡¿Qué importa eso?! ¡Es nuestro compañero, su deber es estar con nosotros!"

"Soy el sub gerente e hijo de la gerente general de la empresa. No pasa nada con que trabaje un día desde mi casa." Contestó, sonriéndole tranquilizadoramente. "Vamos, recuéstate y te llevaré un té, ¿sí?"

"Ok..." El castaño susurró sintiendo un hormigueo agradable. Si bien él también debía trabajar y estaba dispuesto a ello, ser cuidado por Trunks era muy grato. Tal vez podría disfrutar de ese día junto a su pareja que lo atendía.

Sin embargo, le era imposible disfrutar mucho, ya que el dolor era recurrente. Inhalaba profundo y exhalaba tratando de aguantar.

'Ya va a pasar... Esto es normal... Es solo por el embarazo...' Se repetía una y otra vez. Pero debía reconocer que si bien había tenido estos tipos de dolores en las última semanas, en esta oportunidad era mucho más intenso y más recurrente.

"Prepárate."

'¿Para qué?'

"¿Goten? ¿Aun te duele?" Preguntó el pelilila mientras se asomaba por la puerta de su habitación. "Incluso no quisiste almorzar." Claramente, Trunks estaba preocupado. Con esfuerzo, se puso de pie y caminó hasta él para darle un beso.

El poder de la luna [Truten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora