CAPÍTULO 3

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T/N FONSECA.

La idea de conseguir trabajo en lo que estaba estudiando y lo que era mi pasión e inspiración me hacía realmente feliz, aunque por la preocupación por la enfermedad de mi madre no pudiera expresar mi felicidad, estaba segura de que trabajando duro podría pagar todo para ella y hacerme una diseñadora reconocida algún día.

Estaba pronto a amanecer, mis parpados pesaban y estaba sobre mí todo el cansancio del día anterior, aún me encontraba en el hospital sentada a un lado de la cama de mamá, me sentía tan inútil en este momento que quería llorar.

Desde que ella enfermo hace dos años decidí llevar todos los gastos de la casa por mi cuenta para que ella dejara el trabajo y se dedicara a descansar y recuperarse de su enfermedad, aunque al principio su carácter terco no se lo permitía, al final accedió a quedarse en casa, algunos fines de semana, cuando se sentía de buen ánimo y un poco más saludable, preparada muchos postres y ponía una mesa frente a la casa para venderlos, yo por mi parte usaba mis fines de semana para realizar algunos trabajos de repostería, hasta creado un pequeño taller en una habitación vacía de nuestra casa.

- Ve a casa y descansa un poco - la voz de Jaime me saco de mis recuerdos.

- No estoy tan cansada, puedo estar un rato más - él negó con la cabeza.

- Ramón, nos espera en su casa a mediodía, lo mejor será que descanses bien, usen algo creado por ti y lleves todo tus diseños - abrir los ojos con sorpresa.

- ¿Ramón?, ¿Cuándo dices Ramón te refieres a Ramón Parra? - pregunte aún asombrada.

- Sí, ¿Qué no te lo había dicho? - negué con la cabeza - Bueno, aparte de ser mi amigo desde la secundaria, mi estudio fotográfico, trabajo para él, así que literalmente trabajamos juntos, yo me encargo de coordinar y realizar todas las sesiones de fotos de su revista - salte a sus brazos.

- Eres el mejor padrino del mundo, lo mejor que nos dejó ese tipo - cuando decía ese tipo me refería a mi "padre", nos había abandonado por otra mujer cuando yo estaba chica, o eso fue lo que mi madre me contó.

- Ya, ya - me dio palmadas en la cabeza - Ahora quítate que arrugas mi camisa - Era un poco extraño y odiaba las maestras de afecto, pero siempre nos apoyaba en lo que necesitábamos, aparte estaba segura de que sentía algo por mamá, nunca la dejaba sola, y corría a ella el primer llamado.

- Gracias, iré a buscar mi mejor creación, no te defraudaré - él me sonrió y se sentó en el lugar que estaba ocupando yo al lado de mamá, me acerque ella y le deje un beso en su cabeza.

- Vendré a verte más tarde mami, tienes que ser fuerte, te prometo que lograré que te recuperes sin importar lo que tenga que hacer.

- Si sigues aquí un minuto más me voy a arrepentir de llevarte con Ramón - le sonreí y salí corriendo de la habitación.

Al llegar a casa dormí hasta casi las nueve de la mañana, desperté y me dispuse a darme un baño de agua helada para despertarme bien, busqué un vestido negro, era de tirantes gruesos, pero con un discreto escote enfrente, y llegaba arriba de las rodillas con un corte en un lado, me pareció perfecto para la entrevista.

Busque mi cuaderno de diseños, agregue algunas hojas sueltas que tenía, remarque y firme algunos de mis diseños, más importantes a mí consideraciones y tome foto de cada uno de ellos, todos con mi firma.

Para las once de la mañana mi padrino llegó a casa y partimos rumbo a la mansión Parra, el camino se me hizo largo y estresante, sentía que me faltaba la respiración a todo momento.

- No debes estar nerviosa, aunque Ramón se ve como un ogro, en realidad es muy amable, no te dejes intimidar de su mirada.

- Es imposible no ponerme nerviosa, es mi ídolo, la persona que me inspiro a ser lo que estoy estudiando - él me sonrió conciliador.

Forzando el Amor 🎶🎸♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora