CAPÍTULO 20

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MARATÓN 5/10

CESAR PARRA.

La marcha nupcial comenzó a sonar y con ella dio inicio a la ceremonia, las damas de honor ingresaron primero, primero entró Lilian, después Vanessa, Andrea y luego Madelaine, por donde miraba había invitados, la mayoría de ellos eran por parte de mi padre, socios y patrocinadores de las colecciones.

Levante mi mirada al frente, mis ojos se encontraron con los suyos, malditos, se veía como un verdadero ángel, ese vestido que se ajustaba perfectamente a sus hermosas curvas, parecía una modelo, su mirada que mostraba picardía, pero también inocencia, toda ella me tenía vuelto loco, pero no debía dejar que se diera nada entre nosotros.

De la mano de Jaime empezó a caminar hacia mí, nuestras miradas se mantuvieron conectadas hasta que llegó a mi lado.

- Te entrego una gran mujer, más te vale que la cuides o arrancaré tus bolas y te obligaré a comerlas - sutil, estaba seguro de que eso no se decía en una boda.

- Lo haré.

Tome su mano y caminamos juntos los pocos pasos que quedaban hasta quedar frente al altar.

- Estaba ansioso por que huyeras, me hubieras hecho todo más fácil - le hable en voz baja de modo que solo ella escuchara.

- Tú y yo tenemos que hablar, dejaste marcas en mi cuello, imbécil.

- Cuando quieras dejo marcas en otros lugares - antes que pudiera responderme, el padre inicio con la ceremonia.

- Estamos acá reunidos para celebrar el amor de dos almas jóvenes que han decidido unir sus vidas en sagrado matrimonio... - mientras el padre daba su sermón, yo sentía que el tiempo pasaba lentamente, estaba cansado de estar de pie, me estaba dando sueño, mientras lo escuchaba hablar del amor verdadero, si supiera que el amor verdadero no existe, solo es lo pinta en los cuentos de hadas y novelas, pero en la vida real te lastiman cuando amas, por eso tenía relaciones de una noche, nada que implicara sentimientos. Al final de cuentas, este matrimonio sería algo bueno, solo firmar papeles sin involucrarnos sentimentalmente, solo necesitaba que esta farsa terminara para poder seguir con mi vida normal, y si todo marchaba según mis planes en menos de un mes sería libre. Salí de mis pensamientos con el carraspeo del sacerdote, él me miraba expectante, miré a mi padre que me hacía mala cara al igual que T/n, de qué mierda me perdí - ¿Joven?

- ¿Sí? - me miro enarcando una ceja - Disculpe, es que la belleza que muestra mi hermosa mujer me tiene encandilado, y me distraigo al ver sus hermosos ojos - al escuchar un Awww de parte de los invitados supe que dije lo correcto.

- El amor, joven - levantó de nuevo la mano - Toma de la mano a tu prometida - hicimos lo que nos pidió - Ahora digan sus votos - mierda, no pensé en eso.

- Sin votos - lo dije en medio de un grito, el sacerdote me miro extraño y supe que lo había echado a perder de nuevo - No tengo nada que decirle a esta mujer que no sepa ya - el sacerdote asintió y continuo la ceremonia.

- Cesar Paul Parra Ruiz ¿Aceptas T/n Sofia Fonseca como tu legítima esposa, para amarla, respetarla en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y las tristezas, en la riqueza y en la pobreza; para honrarla cada día de tu vida hasta que la muerte los separe? - suspire antes de contestar.

- Acepto - dije lo más firme posible, aunque por dentro deseaba que ella sé retractarse y saliera corriendo del lugar.

Hizo lo mismo procedimiento con ella, cuando fue su momento de contestar, miro a Luis por sobre mi hombro, y luego miro a los invitados, titubeo un poco de contestar.

- Yo...yo...acepto - dijo en medio de un suspiro, y supe que le había costado decir esa simple palabra.

- Ahora completen su enlace con los anillos - saque del pequeño cojín el anillo que le correspondía a T/n y tome su mano suavemente.

Forzando el Amor 🎶🎸♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora