CAPÍTULO 52

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CESAR PARRA.

- Señor oficial, esta mujer tiene orden de arresto, pueden llevársela - hablo mi padre al oficial a cargo, el hombre tomo a Elizabeth de una manera no tan delicada y esposo sus manos a la espalda, sentí un poco de alivio, ya solo faltaban dos.

Miré por toda la oficina y fruncí el ceño, ¿Dónde estaba, T/n? Me había distraído tanto con esa asquerosa mujer que había perdido de vista a mi esposa, lo peor de todo es que no sabía si me había dejado.

- Cesar, Lilian me dejó un mensaje, están llevando a T/n al hospital, dijo que estaba sangrando - dijo mi mamá entrando a la oficina, algo agitada por correr.

Sentí que el alma abandonó mi cuerpo y sin pensarlo dos veces empecé a correr hacia la salida importándome poco los gritos a mis espaldas, al llegar al estacionamiento mis nervios no me permitían abrir el auto, varias veces mis llaves cayeron al suelo.

- Déjame, yo conduzco - dijo Christian levantando las llaves del suelo, corrí rápido al asiento del copiloto, mientras mamá, papá, Vanessa y Maggi subían a la parte trasera.

- Calma, hijo. Todo saldrá bien - intenté calmar mis nervios, pero era casi imposible, mi cabello estaba completamente desordenado por tantas veces que había pasado mis manos por él.

- Cesar, ¿No tienes algo que preguntarle a mamá? - me preguntó Christian, podía jurar que su tono era malicioso.

- Es cierto, mamá, ¿Si sigo teniendo relaciones con T/n voy a meter más niños en su vientre? - pregunté con toda la seriedad posible, era una pregunta muy importante, tenía que estar cien por ciento seguro, con un bebé por el momento me bastaba.

Christian frenó de golpe, mientras escuchaba la estruendosa risa de Maggie y de Vanessa, entonces entendí todo, las muy tontas se estaba burlando de mí.

- Te dije que no tomarás ese trago de vino en tú embarazó, mira cómo nos salió el pobre - dijo papá mirando a mamá por el espejo retrovisor, mientras retomaba el camino.

Maggie, Vanessa y mamá no podían dejar de reír y me sentí como un estúpido por creerle.

- Muy graciosas, ¿No? Me la van a pagar, van a ver.

- Tenía que calmarte de alguna manera - respondió encogiéndose de hombros.

- Debes respetarme, soy tu hermano mayor.

- Solo eres mayor por cinco años, y aún tienes mentalidad de niño de tres años.

A pesar de la situación en la que estábamos, estos momentos en familia me reconfortaban, volver a escuchar la risa de Maggie después de tantos años, sentir la felicidad de mi padre, ver a mi madre más risueña que de costumbre, mi hermano y mu cuñada otra vez con una sonrisa, ahora tenía a mi lado todo por lo que un día estuve tan desesperado buscando.

Luego de que me molestaran en todo el camino evitando que me preocupara llegamos al hospital, casi no deje estacionar a mi Christian y entre corriendo al hospital, tenía que encontrar a T/n.

Una amable enfermera me guío a la habitación de ella, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta escuché una voz masculina.

- Como aún es muy pequeño voy a pedirte que abras las piernas para introducir este aparatito - nadie iba a tocar a mi mujer.

- Usted no va a introducir nada en mi mujer.

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Después de ese mágico momento, dónde escuché por primera vez a mi hijo, decidí contarle todo a T/n, ya no iba a tener más secretos con ella. Afortunadamente, ella creyó en mí, y nuestra relación se fortaleció.

Forzando el Amor 🎶🎸♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora