CAPÍTULO 44

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MARATÓN 4/5

T/N FONSECA.

Desperté completamente desubicada, me encontraba en una habitación completamente blanca, una brisa fuerte entraba por un balcón, no reconocía este lugar, ¿Dónde estaba?

Recordé los ojos verdes de aquel asqueroso tipo y el miedo se instauró en mi pecho, rápidamente levanté las sábanas comprobando que aún llevaba mis ropas, la única excepción era que no traía el buzo de Cesar.

Busque mis pertenencias, algo que me pudiera ayudar a salir de donde fuera que estaba, pero no tenía nada.

- Buenos días, mi ángel encantador - la voz de aquel hombre me hizo respingar en mi lugar.

- ¿Dónde mierda estoy? ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Qué quieres conmigo?

- Contigo quiero muchas cosas, desde que te vi anoche te imaginé usándote en todas las posiciones que te puedas imaginar y hasta más, vamos a divertirnos mucho - un escalofrío recorrido mi espina dorsal - Pero no será hoy, tengo algunas reuniones y cosas que hacer - se acercó a la cama y yo retrocedí instintivamente - No tiene que preocuparte, con el tiempo lo disfrutaras, puedes moverte por la casa como quieres, ahora será tu casa - tomo mi rostro con brusquedad y beso mis labios - Te veo pronto mi hermoso ángel encantador - en el momento que la puerta se cerró deje salir mis lágrimas.

¿Cómo había sido tan estúpida? Por intentar hacer las cosas yo sola hacía terminada en esto, maldito Cornelio, que fue el que me llevo sabiendo qué pasaría.

Levante mi cabeza cuando escuche la puerta por segunda vez, esta vez no era ese degenerado quien estaba en el lugar, esta vez era una chica hermosa, de cabellos negros y unos ojos tan cafés, la reconocería en cualquier lugar, pues era casi una fotocopia de Paola y de Luna, además de la gran cantidad de fotos que había visto de ella.

- Hola - me saludo un poco tímida

- ¿Maggie? - la chica me miró sorprendida.

- ¿Cómo...? ¿Quién eres? ¿Cómo sabes quién soy yo? - se acercó rápidamente a la cama sentándose frente a mí.

- Soy la esposa de tu hermano.

- ¿Carlos? ¿Christian? - negué con la cabeza - No puede ser, Cesar se casó, que bueno que no fue con Elizabeth - suspiró aliviada y yo sonreí por ello.

- ¿Cómo llegaste aquí? - le pregunté, quería saber qué había pasado.

- Es una larga historia - tomé su mano apretándola un poco.

- Tenemos mucho tiempo, digo, no es como si pudiéramos salir de aquí ¿No? - intente sonar positiva, aunque esas mismas palabras me destrozan por dentro, ella negó con la cabeza.

- Bueno, que te puedo decir, pues todo se resume a qué mi hermano es un idiota consiguiendo novias.

- ¡Oye! - ella se encogió de hombre.

- Aún no te conozco, pero si estás aquí es por culpa de una mujer en específico.

- Elizabeth - dijimos ambas al unísono.

- ¿Qué fue lo que pasó? - le pregunté esta vez - Encontré tu USB, bueno, ella la encontró, la golpee y rodamos por la escalera por ese pequeño aparatito, pero yo gané - me sonrió y antes que pudiera hablar escuchamos unos gritos.

- ¡Mami! ¿Dónde estás? Mamiii.

- Estoy aquí, bebé - unos pequeños pasitos se escucharon hasta que en el marco de la puerta apareció un pequeño de unos tres años, era la viva imagen de Cesar y Carlos.

Forzando el Amor 🎶🎸♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora