Forzando el Amor 🎶🎸♥️

CAPÍTULO 34

MARATÓN 5/5

CESAR PARRA.

Desperté desorientado y solo en la cama, mis ojos iban de un lado para otro buscando a mi mujer y no había rastro de ella, mire el reloj en la mesa de luz y abrir mis ojos sorprendido, ya era más de medio día.

Mi mente viaja a la noche anterior, luego de nuestro primer encuentro había mirado dormir a T/n, hasta que el deseo fue mayor a mi fuerza de voluntad y termine despertándola para repetir, estuvimos entregándonos hasta el amanecer.

Con una enorme sonrisa me levanté de la cama para hacer mi rutina diaria y busca a la mujer causante de mi buen humor. Llegué al comedor esperando encontrarla en el lugar con mis padres, cuñadas, prima y su amiga, pero solo me encontré con mi padre y con mis hermanos.

- Padre - él movió su cabeza en señal de saludo.

- ¿Has visto a tu madre o a tus cuñadas? Tuve una reunión temprano y no pude quedarme a desayunar con ellas.

- También nosotros andamos buscando a Lilian y a Vanessa que estaban en la habitación - comento Christian sentado en el sillón.

- Yo también ando buscando a T/n, pensé que estaba acá - ellos negaron con la cabeza y escuchamos la inconfundible risa de Andrea.

Salimos al patio donde estaban todas las chicas, mi tía, ama, Andrea, Lilian, Vanessa, T/n y Madelaine se encontraban riendo como locas, Vanessa lloraba en el hombro de Lilian y Luis solo las miraba de lejos como si estuviera borracho.

Mire a papá y a mis hermanos, tenían el ceño fruncido mirando la escena, la verdad era una situación extraña. A medida que nos acercábamos a ellas, más extraño se hacía todo.

- Cesar, bebé - mamá, llego a abrazarme ignorando a mi padre - Desde que te casaste ya no quieres a tu madre, eres mal hijo - la mire un poco extrañado, mientras correspondía su abrazo.

- Ese no es tu bebé, ahora es mío - grito T/n empujando a mamá para abrazarme, papá tomo a mamá en sus brazos.

- Carlos, mi amor. Te extraño tanto, ya no me amas como antes - dijo Lilian empezando a llorar. ¿Qué demonios sucedía? - Ya ni siquiera quieres que tengamos se... - mi gemelo se sonrojó y tapo su boca.

Mire hacia la mesa, hacia una vendeja con brownies y una jarra con leche. T/n seguía pegada a mí, ahora sollozando porque no le prestaba atención.

- Mamá, ¿Qué tenían tus brownies? - le pregunte moviéndome con algo de dificultad hasta agarrar uno de ellos.

- Ayer olvidé darle nuestros brownies a T/n, ¿Quieres probar uno? Son la receta especial de tu tía? - fruncí el ceño al probarlos, tenían un sabor y un olor conocido, pero que no lograba reconocer.

- Papá, estos no son brownies normales - él miró a mi tía de forma acosadora.

- No me mires así, Ramón. Recuerdo que te encantaban estos brownies en la universidad - con esas palabras todo hizo clic en mi cabeza.

- Pusiste marihuana en los brownies - más que pregunta fue afirmación.

- ¿No quedaron buenos? - negué con la cabeza, eran ricos, pero ver a mi mamá y a mi mujer drogadas me causaba un, no sé qué, bueno, no solo a ellas dos, los únicos cuerdos éramos, los únicos cuerdos éramos, papá, mi gemelo, Christian y yo.

- Ya mírame, soy tu esposa, ayer te entregué mi... - tape su boca antes que siguiera hablando.

Definitivamente, las mujeres de mi hogar no se sabían comportar.