CAPÍTULO 37

1.5K 59 7
                                    

CESAR PARRA.

El camino al apartamento fue completamente silencioso, pero esta vez a diferencia de las otras, era un silencio sumamente incómodo, T/n estaba perdida en sus pensamientos mientras yo conducía.

Al llegar baje del auto y lo rodee rápidamente para ayudarla a bajar, la tome en mis brazos y la lleve al interior pese a sus protestas.

- Te ayudaré a quitarte esa ropa para que te puedas dar un baño - la había depositado en nuestra cama, mientras desataba los cordones de las zapatillas que llevaba.

- Más quisieras - la miré enarcando una ceja - No te quiero cerca de mí de nuevo, eso que pasó anoche y lo que pasó el día de hoy no se volverá a repetir.

- ¿Qué? ¿Por qué? - no entendí su actitud.

- Prefiero evitar que por nuestras acciones creemos un "Error", así que mejor mantengámonos alejados - no podía creerlo, yo solo quería disfrutar de la vida de forma adecuada, disfrutar de T/n y su sensual cuerpo, no quería hijos.

- No puedes hacer eso, T/n. Ya te probé, no voy a saciarme de ti tan rápidamente.

- ¿Probarme? Pues qué crees que soy, ¿Un postre? - el mejor de los manjares pensé para mí, pero no sé lo diría, seguro me patearía las pelotas, la vi suspirar y pasar la mano por su rostro - Puede que sea molesto, pero prefiero que nos mantengamos a raya a que después tengamos mil discusiones por algo que no querías - yo y mi bocotá, bien hecho, Cesar.

- Si tú te cuidas, y yo me cuido, podemos llevar una vida sexual activa sin preocupaciones - eso Cesar, ruega, que bajo has caído.

Ella se quedó un rato pensativa, parecía meditar mi propuesta, sin embargo, no llego la respuesta que quería.

- Lo voy a pensar - se puso de pie y se encerró en el vestidor de la habitación, mientras tanto yo me golpeaba internamente por lo idiota que había sido.

- ¿Necesitas que te ayude a bañarte?

- En tus sueños - me grito desde dentro del vestidor.

- En mis sueños te tengo desnuda y a mi merced.

- Imbécil.

Al final de todo terminé ayudándole a bañarse, ganándome uno que otro golpe por tocar dónde no debía, pero no me arrepentía de hacerlo.

✶⊶⊷⊶⊷⊶⊷⊷❍⊶⊷⊶⊷⊷⊶⊷✶

Una semana había pasado desde el incidente en casa, Elizabeth estaba bien, o al menos eso era lo que decían, sin embargo, su pierna rota le impediría modelar por varios meses, ahora Omar y ella se encontraban viviendo en casa de mis padres.

Afortunadamente, para nosotros, después de lo que pasó entre ellas, papá desistió de la loca idea de que fuéramos a vivir con ellos, eso me daba un poco de calma, el saber que esa mujer no estaría esparciendo su veneno cerca de T/n.

Mi madre, por otro lado, estaba como un león enjaulado, varias veces me había tocado ir a casa para ayudar a papá a tranquilizarla, aún no les había dicho nada de la USB, ni siquiera tenía el valor de conectarla a mi computadora.

Mi relación con T/n iba bien, o bueno, tan bien como se podía, nuevamente habíamos pasado a las sesiones de besos, y cuando las cosas subían de tono ella se detenía y terminaba durmiendo en el sofá de la habitación, lo que me dejaba con un dolor en los huevos increíble y me hacía sentir cómo un completo miserable.

Cada mañana me encargaba de ayudarla a bañarse, vestirse y a pasar el peine por su cabello, si bien no tenía yeso, debía usar ese cabestrillo un mes y no podía mover mucho su brazo, así que mi deber como buena pareja era ayudarla en todo momento.

Forzando el Amor 🎶🎸♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora