Jaula

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Neji

Gemidos cortos, sangre salpicando, terror en los ojos.

Parpadeo deshaciendo aquellas imágenes en la mente.

—Oye Neji, ¿Ocurre algo?

Desplazo la vista enfrentando un par de orbes marrones, hay preocupación en ellos. Casi en todos los que veía existía esa emoción, pero se volvía menos evidente, menos interesante.

—No es nada.

Frunce el ceño, presiona los labios, no está convencida de mi respuesta.

—Sabes que estoy aquí para lo que necesites —limita decir pasando la vista adelante.

—Lo se Tenten.

—Pues nunca esta de más recordarlo —argumenta inmediatamente.

«Unas simples palabras con algo de verdad a veces son suficientes»

Descaceleramos el paso al ver dos figuras casi idénticas sonriendo escandalosamente a nuestra dirección. No podía esperar menos ni pedir mucho el día de hoy.

En cuestión de minutos los cuatro nos sentamos a ordenar, la concurrencia parece ser poca aunque que importaba con dos pares de ojos intensos observando.

—¿Cómo te sientes Neji? ¿No has tenido problemas en tu última misión? ¿Cuanto tiempo estarás en la aldea? —interroga ansioso, demandante, azorado.

A su lado Lee guarda un rostro similar por no decir identico.

No comprendía el como no gastaban toda su energía incluso después de una misión, ni el por qué yo no deja de cuestionarlo sin razón.

—Bien, no y hasta recibir nuevas órdenes estare aquí.

—¿Por qué eres así Neji? —lamenta Guy-sensei con orbes dramáticamente humedecidos y deslizarse hasta recargar la mitad del cuerpo sobre la mesa mostrándose afectado—. No te cuesta hablar un poco más de lo que ocurre fuera de la Aldea, no diremos nada...

—No lo haré, incluso si es usted.

—Igual que Kakashi, sin corazón... —murmura para si.

Alza un dedo acusatorio—Guy-sensei solo se preocupa por ti, no deberías ser tan antipático —defiende Lee.

—No se a que te refieres.

—¡Sigues siendo el maldito engreído de siempre! ¡Te reto a un duelo ahora mismo!

Rompo contacto—Llevas un día desde que volviste de misión, deberías descansar.

Orbes se encienden—Un día es más que suficiente para recuperar mis fuerzas, ¡De pie Neji! —vociforea incorporándose—. ¡No tengas miedo de enfrentarme! —demanda con la mano hecha un puño.

Percibo la atención de las personas donde nosotros, sin duda es un espectáculo que apenas esta comenzando.

A este ritmo con suerte no nos correrán de aquí.

—No caeré Lee.

—¡¿Que dices?! ¡Solo es una manera de forzar nuestros lazos de amistad después de tanto tiempo!

Una risa atrae la atención, Tenten parece complacida.

Finalmente nada de esto parecía diferente, incluso cuando yo no estaba en el equipo Guy.
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—Saludos, Hiashi-sama. He vuelto —inclino ligeramente el rostro con respeto.

—No existió ningún inconveniente o problema  por lo que veo —establece.

—Ninguno.

Alzo la mirada, un rostro distante e impasible encara.

Deber HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora