Contienda

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Hinata

—¡Aaarghhh!

El alarido de dolor alcanza a mis oídos provocando que la sangre se me hiele y los pasos aminoricen.

«Karui»sin pensarlo miro sobre mi hombro.

Está recostada sobre un tejado con el rostro contraído, respirando lentamente y tocandose donde se encontraba anteriormente herida, desvíando la vista admiro al castaño que tiene el doujutsu activado.

«Lo ha hecho a propósito»reparo inmediato en ello.

—¡Karui! —se oye la voz de Omoi fuertemente.

—Ugh... —tose saliendo sangre por su boca.

Inicio avanzar a ellos mientras él anda a paso lento, se detiene adelante y decide tomarla del cuello de la prenda.

«¿Como habíamos llegado a esto?»aumento la velocidad sin entenderlo.

Doy un salto sacando la katana de su funda atestando un golpe contra el chico.

Aterrizó, el metal roza el techo, Neji se ha apartado, Karui se encuentra a mi lado contrario y giro para encarar directamente al castaño.

«Tan frio»escudriño su mirada, sobretodo sus ojos.

Poseia un aura intensa como hostil.

«Neji...»tenso la mandíbula.

Percibo Omoi que ha llegado detrás de mi junto a nuestro compañera.

—¿Estás bien? ¿Puedes moverte? —la toma de la mano y coloca una mano en su espalda como apoyo esperando que se levanté.

Contrae el rostro—Tch... —presiona el abdomen con su mano.

Sigo como el chico palmea sobre su cuerpo comprobando su estado en busca de cualquier lesión o herida.

—Tiene las costillas rotas —anuncia.

Tras ello, el cuerpo de Karui se arquea y sangre brota de nuevo de la boca salpicando sobre su propia ropa. La palidez invade su piel, el brillo de sus ojos disminuye y la respiración se le torna difícil.

Dirijo la vista a los tejados del techo aferrando con fuerza la empuñadura de mi arma intentando procesar lo que ocurre.

—Omoi, lleva a Karui inmediato al hospital.

—¿Que es...

—¡Ahora! —ordeno gravemente intentando controlarme.

—Hi... —calla al ver de reojo al chico directamente y romper el contacto nuevamente.

Escucho como inicia a cargarla cuidadosame.

—Espera —suplica entre gruñidos—. N-No... No po...

—Llevatela —corto escuchando una ligera brisa y los pasos alejándose.

En tanto a varios metros advierto a los otros dos chicos expectativos de lo que pasa.

—Sabes lo que le pasa, ¿No es así? —habla llamando mi atención.

—¿Que es lo que ocurre? —pregunta Kiba intercalando miradas en confusión dando un par de pasos a nosostros.

La sangre me inicia hervir ante el descaro que hace.

—Todo ese dolor y su estancia en el hospital le hara saber el error que cometió.

«Daño en su circulación de chakra, costillas rotas y posible daño a sus órganos...»controlarme se volvía más difícil.

No sé contuvo con ella, no le importo en lo absoluto si la lastimaba gravemente.

Deber HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora