-𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐎𝐕𝐄𝐑𝐋𝐎𝐑𝐃 -| 𝚅𝙰𝙻𝙴𝙽𝚃𝙸𝙽𝙾

CAPITULO O3

Tenía puestos los audífonos pues no estaba de humor para oír murmullos o chismes.
Además las últimas dos semanas había tenido cinco peleas, tres ganadas y dos pérdidas.

Estaba evitando por completo dejarme golpear en la cara, pues la idea era que Valentino no se entere de esto, hasta que tenga un plan de vida en el infierno, un rumbo o una meta...

Al final no creo que le moleste deshacerse de mi, ambos no nos soportamos.
Retiré los audífonos por unos minutos — Valentino me acaba de enviar un mensaje, dice que se demorará en llegar así que tendremos que organizar el set antes de que llegue por nuestra cuenta — avisó uno de los secretarios del calvo.

Acomodé mi lentes y continúe organizando los micrófonos, era la tarea que se me había asignado en el día.

Un demonio llegó con una pequeña hoja en sus manos — llego el pedido de aceite... Son cincuenta galones — dijo en voz alta.

Un demonio bastante chaparro y debilucho suspiró — iré por ellos... — salió del set, me acerqué a quien había hablado hace unos minutos — ¿cómo que un pedido? —

El demonio me miró — el pedido de aceite es para las escenas eroticas, solo que Val pidió bastante esta vez para no tener que realizar un nuevo pedido al menos por un buen tiempo... Y Louis es el encargado de transportar los pedidos —

Levanté una ceja — ¿Louis? ¿Es el chaparro que se acaba de ir? —asintió — p-pero... ¡No podrá hacerlo! Son cincuenta galones... Y él, es pequeño — encogí los hombros.

— ¿y a mi que? Es su trabajo — se fue.

A los minutos Louis llegó al set con el primer galón y ya estaba cansado, en el segundo apenas podía mover las piernas...

Y al tercero cayó al suelo esforzándose aún por llevar el galón, corrí hacia su dirección — ¿Estas bien? — me miró — s-si... — negué — descansa —

— ¡no! Debo subir los galones... — bufé — tu solo descansa yo me haré cargo — lo dejé en una silla, me puse de pie en el centro del set.

— ¡haber! — todos me miraron — es obvio que Louis no puede traer esos malditos galones solo... Yo creo que si ponemos todos de nuestra parte, los galones estarán aquí arriba en menos de una hora ¿alguien puede ayudar? —

Todos se miraron entre sí — ¡es nuestro compañero de trabajo! Sean un poco empaticos — una demonio encargada del sonido río — bebe, estas en el infierno si esperas que todo sea color de rosa creo que te equivocaste de lugar— varios soltaron una carcajada.

Intenté no perder la cordura — tienes razón, espero demasiado de unos gusanos... Ineptos — suspiré — ¡bien! Sigan con lo suyo... Espero que en el futuro no les toque suplicar por ayuda y les den una patada en el trasero... Porque puede que sea el infierno... Pero eso no es excusa para ser una completa mierda —