𝐒𝐢𝐧𝐨𝐩𝐬𝐢𝐬:
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Después de que un pobre demonio es obligado a vender a su hija para pagar una deuda, ella quedará bajo las alas de Valentino un Overlord poco agradable pero...
¿Podrá ella conquistar su corazón?
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Angel se encontraba viendo la pelea de Zero por medio de su celular, iba a tener su segundo encuentro aún así este sabia muy bien que la demonio se encontraba muy mal como para participar.
Pero justo al levantar la cara Valentino le arrebató el teléfono, observó unos segundos la pantalla y el rostro del contrario pasó de estar enojado a sorprendido en un corto plazo — ¿e-esto es en vivo? — fue lo único que salió de la boca del overlord.
Angel solo se limito a asentir, Valentino le devolvió de mala gana el teléfono al delgado y salió casi corriendo del set.
...
Observé a Liz mirándome desde afuera del cuadrilátero, sus ojos llorosos y el como se aferraba a las regillas hacia que me sintiera culpable de haber estado allí... En el suelo.
Mi rival en ese instante era demasiado fuerte, me confíe como solía hacerlo y ahora este se encontraba golpeando mi cabeza repetidas veces contra el suelo mientras alzaba su otro brazo animando a su público a gritar más fuerte.
Liz se dirigió hacia el árbitro desesperada.
— ¡tiene que detener esto! ¡La van a matar! — rugió para no demostrar su tristeza ni las ganas que tenia de ponerse a llorar en ese segundo, sin embargo el árbitro se limitó a negar con la cabeza — si detenemos esto tenemos que devolver lo de las apuestas ¿tienes el dinero? Me imagino que no — tosió — además solo la peleadora puede detener el encuentro — añadió.
Liz apretó los puños aguantando el impulso de golpear la cara del sujeto, volvió su vista al cuadrilátero donde el más grande sujetaba a Zero.
Su cara paso de ser rosa pálido a un pálido blanco, al ver como el monstruo se preparaba para hacer su famoso movimiento "el rompe columnas". Sin pensarlo dos veces corrió hacia la entrada del cuadrilátero he intentó entrar pero dos guardias no se lo permitieron.
Me sostenía como si fuera un tipo de sacrificio, escuché como el público gritaba "rompe columnas".
Él subió su rodilla, planeaba bajarme con rapidez para hacer su famoso acto final, supongo que hasta aquí llegue en el infierno.
El presentador estaba en blanco —... P-pues al parecer... Esto es... — no sabia ni que comentar, habían algunos rumores que decían que él era un gran fan mío.
Cerré los ojos, aceptando mi cruel final.
Valentino entró a la sala quitando a todos de su camino, los demonios al verlo murmuraban ¿qué hace un Overlord en este lugar?.
El más alto llegó cerca del cuadrilátero, vio a una demonio intentando entrar allí para detener todo el show. Se dirigió junto a ella pero los guardias no le permitieron el paso — no puede pa...
— ¡si detenemos la pelea tenemos que pagar el valor de lo de las apuestas! ¡Pero no me quieren dejar pasar! ¡La van a matar! — soltó la demonio muy alterada.
Valentino muy serio sacó una faja de billetes de su abrigo y la lanzó a los pies de los guardias— tengan, este es un adelanto ahora quítense de mi camino — empujó a los tres y entró al cuadrilátero.
El árbitro hizo una seña al rival para detener la pelea, pero este no quería ceder. Aun así, Valentino lo empujó tomando en sus brazos a Zero quien estaba medio adormecida.
La voz del presentador se escuchó — ¡se ha detenido el encuentro! ¡Repito! ¡Se ha detenido el encuentro! — soltó emocionado.
El overlord salió con la cabeza en alto fuera del lugar, Liz aún en el suelo sonrió de alivio.
Sentí un leve ardor alrededor de mi boca, al abrir uno de mis ojos noté al calvo palpando mi cara con un algodón, estábamos en el auto.
— ¿qué putas pensabas? ¿Hasta cuando planeabas seguir peleando a escondidas? — preguntó angustiado.
No sabia que decir...
Apretó su puño — sera mejor que me digas porque tuve que pagar una millonada para detener ese estúpido juguetito tuyo —
Bajé la mirada — lo siento... Es que adoro pelear — hice una pequeña pausa — es mi vida, además con eso también le ayudo a mi padre en sus gastos —
Valentino levantó su puño con ganas de golpearme pero en instantes solo agarró mi cara —...eres una Imbécil... Una Imbécil ¡Imbécil! — se quedó ahí quieto para luego levantar su vista — te prohíbo...
Antes de que terminara lo interrumpí — ni se te ocurra prohibirme pelear, es mi pasión, es mi vida y es lo que quiero hacer por el resto de mi eternidad aquí... Ese es... Mi sueño —
El calvo quedó en silencio, noté como su mandíbula se tenso y rendido se acomodó en su puesto sacando un cigarrillo de su abrigo —... Esta bien, haz lo que quieras... Solo... No mueras que ahora me debes más dinero que antes —
Asentí sonriendo.
— trato hecho... Valentino —
Ambos abrimos los ojos, era la primera vez que me nacía llamarlo por su nombre. Pero simplemente sucedió, él acababa de salvarme sin importarle su dinero, estaba curando mis heridas hace unos minutos y me había dejado seguir peleando.
El overlord desvío la vista por la ventana, saqué un espejo de bolsillo qué sabía que había en el auto, vaya... Me veía horrible.
Mis orejas se inclinaron levemente intentando ocultar mi rostro.
— no te ocultes, no te ves tan mal... — murmuró soltando el humo de su boca sin mirarme.
Y... Fue ahí que sentí como ese odio, rencor Había disminuido para permitirme poder ver a Valentino junto con una sonrisa genuina y ojos tranquilos.
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¡Holi! ¿Cómo les pareció el capítulo? ¡A mi me encantó! ¡Fue increíble redactarlo!
¡No olviden seguirme para no poderse nada de mis nuevos proyectos!
