CAPITULO 21

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al oír sus palabras sentí como al final, su voz se quebró, jamás lo había escuchado de esa forma

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al oír sus palabras sentí como al final, su voz se quebró, jamás lo había escuchado de esa forma.

Podría decir que casi parecia un niño pequeño cuando su madre tiene que ir a trabajar y debe dejarlo allí, solo en casa.

Calmando un poco mi ser, para no gritar porque así jamás resolveriamos nada, hablé.

— Valentino déjame cumplir este nuevo propósito que se me ha dado aquí en el infierno... Solo son dos años... Que me vaya no quiere decir que ya no te querré o que no me importas... Tú eres el sueño que no voy a soltar jamás... ¿Entiendes?  — hizo una corta pausa — tu eres mi nuevo sueño... — murmuré.

— no importa a donde me lleve mi destino aquí en el infierno estoy segura que tu siempre estarás en él, porque así lo deseo... Y sabes que yo siempre cumplo mis sueños ¿o no? —

—... Sabes que creo en ti... — soltó de forma más tranquila.

— eres... Mi sueño —

— ya cállate, eso suena demasiado cursi hasta para ti... Pero más cursi es...

En ese instante la puerta se abrió — más cursi es decirte que te amo... Y por eso te dejaré ir... Pero prométeme que volverás — acarició delicadamente mi mejilla, con una leve sonrisa le hice saber que no debía tener miedo.

El overlord miró la hora — vas a llegar tarde ¡mierda! — negué — tal vez incluso ya se fueron — Suspiré pensando que podría hacer.

Sin embargo el más alto rodó sus ojos y tomando mi mando me sacó volando del edificio, fuimos al estacionamiento y se subió a un auto — ¿esperas una invitación o que? Súbete — prendió el motor del auto.

¿Acaso manejaría él?

Subí y él de inmediato arrancó en medio del camino Valentino no quitaba la mirada de la pista — intenta llamarlo para que esperen un poco más —  ordenó mientras aceleraba un poco más.

Asentí sacando el teléfono que me había regalado, aunque marqué más de un par de veces en ninguna tuve suerte.

Al estar frente al lugar acordado, el más alto se detuvo — ¡ve! — gritó abriendo la puerta sin esperar nada corrí en busca del muchacho.

Habían demasiadas mesas pero en ninguna estaba el sujeto, había llegado demasiado tarde.

Rendida decidí ir al baño, por haberme apurado ni siquiera había tenido tiempo de arreglar mi pelaje.

-𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐎𝐕𝐄𝐑𝐋𝐎𝐑𝐃 -| 𝚅𝙰𝙻𝙴𝙽𝚃𝙸𝙽𝙾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora