𝐒𝐢𝐧𝐨𝐩𝐬𝐢𝐬:
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Después de que un pobre demonio es obligado a vender a su hija para pagar una deuda, ella quedará bajo las alas de Valentino un Overlord poco agradable pero...
¿Podrá ella conquistar su corazón?
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En ese instante entró un chico alto similar a una araña bastante atractivo, de razón que el pelón le había puesto los ojos encima.
— bien amorsito, prepárate porque grabaremos una buena película ¡arreglen el set! — ordenó dando unos cuantos aplausos, me dirigí a un gabinete para sacar las luces ya que estaban en una enorme caja.
Tomé la caja sosteniendola como me era posible, era el doble de mi tamaño así que no podía ver nada caminé tambaleando un poco el paso hasta que choqué con alguien — ¡lo siento! — vocifere para quien quiera que fuera me escuchará.
De pronto la caja fue tomada por alguien más y levantada, era ese demonio — déjame ayudarte ¿eres nueva verdad? — sonrió dulcemente y llevó la caja por mi.
De pronto mi corazón dolió un poco pero ¿por qué?
—yo puedo, yo puedo... Y-yo pue-do — chillé arrastrando un saco de boxeo con toda la fuerza qué una joven de 17 podía tener.
Nick río bajo — patética, pudiste pedir ayuda — se acercó y me ayudó a cargarlo como si solo se tratara de una liviana pluma.
Dejó el saco colgado y me miró — cuando necesites ayuda no está mal pedirla, a veces no podemos solos ¿entiendes? — acarició mi cabeza — lo intentaste y no pudiste, eso esta bien... Pronto podrás cargarlo sola —
El dolor desapareció poco a poco hasta que fue solo una molestia de hace minutos — ¿cómo te llamas? — caminaba a su lado pero dos pasos de él eran cuatro para mi, parecía estar corriendo — Zero ¿y tu? — cuestioné con una sonrisa — Angel Dust — dejó la caja en el suelo.
— veo que eres el favorito del calvo ¿cómo lo soportas? — alcé una ceja él soltó una pequeña risa — Val... Es complicado, solo lo hago y ya ¿y tú? ¿Cómo terminaste aquí? —
Escondí mis manos detrás de la espalda — mi padre le debía mucho dinero así que me vendió, aun así tuve suerte no soy del tipo del pelón — sonreí mostrado los dientes. — Val es muy exigente con el físico y otras cosas... — desvío la mirada — al menos no tienes un contrato con él, eso sería aún peor — su tono de voz bajó.
— ¿Tu lo hiciste? — asintió desanimado — pero bueno no importa, soy famoso eso es algo que nadie me quita aparte de mi estupenda personalidad y mis piernas — pasó sus manos por su cuerpo con una sonrisa coqueta.
