Mago Semidiós. Percy Jackson & Harry Potter (Permione)

Capítulo 17: Hogsmeade y la Señora Gorda

En muy poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se convirtió en la favorita de la mayoría. Sólo Draco Malfoy y su banda de Slytherin criticaban al profesor Lupin:

"Mira cómo lleva la túnica." solía decir Malfoy murmurando alto cuando pasaba el profesor "Viste como nuestro antiguo elfo doméstico."

Pero a nadie más le interesaba que la túnica del profesor Lupin estuviera remendada y raída. Sus siguientes clases fueron tan interesantes como la primera. Después de los boggarts estudiaron a los gorros rojos, unas criaturas pequeñas y desagradables, parecidas a los duendes, que se escondían en cualquier sitio en el que hubiera habido derramamiento de sangre, en las mazmorras de los castillos, en los agujeros de las bombas de los campos de batalla, para dar una paliza a los que se extraviaban. De los gorros rojos pasaron a los kappas, unos repugnantes moradores del agua que parecían monos con escamas y con dedos palmeados, y que disfrutaban estrangulando a los que ignorantes que cruzaban sus estanques.

Percy estaba disfrutando todas sus otras clases igual que DADA. O bueno, casi todas.

Una clase que últimamente Percy no aguantaba era la de Pociones. Él siempre fue de los mejores y siempre le gustó hacer Pociones, con el agua indicándole que hacer, Sin embargo, Snape estaba aquellos días propenso a la revancha y todos sabían por qué. La historia del boggart que había adoptado la forma de Snape y el modo en que lo había dejado Neville, con el atuendo de su abuela, se había extendido por todo el colegio. Snape no lo encontraba divertido. A la primera mención del profesor Lupin, aparecía en sus ojos una expresión amenazadora. A Neville lo acosaba más que nunca.

A Percy también le exasperaban las horas que pasaba en la clase de Adivinación, descifrando símbolos y formas confusas, viendo como la profesora Trelawney seguía insistiendo en que Harry moriría. No le caía bien la profesora Trelawney, siempre haciendo predicciones falsas y siendo misteriosa sin razón alguna. Había personas que, sin embargo, no pensaban como él, y reverenciaban a la profesora Trelawney. Parvati y Lavender habían adoptado la costumbre de rondar la sala de la torre de la profesora Trelawney a la hora de la comida, y siempre regresaban con un aire de superioridad que resultaba enojoso, como si supieran cosas que los demás ignoraban. Percy las había encontrado ya varias veces susurrándole a Harry como si estuviera muriendo.

Aritmancia era de las mejores materias. Estudiaban las propiedades mágicas de los números, incluyendo también la con predicción del futuro con números y numerología. Sin embargo, estas predicciones no eran como las de la profesora Trelawney. La profesora Vector, la profesora de Aritmancia, se aseguraba siempre de que sus alumnos recordaran lo difícil que es predecir el futuro y que las predicciones que hagan pueden ser inexactas y no hacerse realidad. Las tareas incluían escribir redacciones que necesitaban la consulta y/o composición de cartillas con números complejos. Entre Percy y Hermione podían acabar rápido y sin mucha dificultad.

A nadie le gustaba realmente la asignatura sobre Cuidado de Criaturas Mágicas, que después de la primera clase tan movida se había convertido en algo extremadamente aburrido. Hagrid había perdido la confianza. Ahora pasaban lección tras lección aprendiendo a cuidar a los gusarajos, que tenían que contarse entre las más aburridas criaturas del universo.

"¿Por qué alguien se preocuparía de cuidarlos?" preguntó Ron tras pasar otra hora embutiendo las viscosas gargantas de los gusarajos con lechuga cortada en tiras.

A comienzos de octubre, sin embargo, hubo otra cosa que mantuvo ocupado a Percy, algo tan divertido que compensaba la insatisfacción de algunas clases. Se aproximaba la temporada de quidditch y Oliver Wood, capitán del equipo de Gryffindor, convocó una reunión un jueves por la tarde para discutir las tácticas de la nueva temporada.