Capítulo 8: Lockhart, pureza de sangre y la voz misteriosa

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Al día siguiente, sin embargo, ninguno de los cuatro tuvo mucho por lo que alegrarse. Las cosas fueron de mal en peor desde el desayuno en el Gran Comedor. Bajo el techo encantado, que aquel día estaba de un triste color gris, las cuatro grandes mesas correspondientes a las cuatro casas estaban repletas de soperas con avena cocida, bandejas con arenques ahumados, montones de tostadas y platos con huevos y tocineta. Percy estaba sentado a la derecha de Hermione y a la izquierda de Harry; Ron estaba a la derecha de Harry. Hermione estaba leyendo su ejemplar de Viajes con los vampiros y Percy leía Recreo con la 'banshee'. Hermione todavía estaba descontenta por lo del carro volador y cuando Harry y Ron se sentaron, les dio los buenos días de manera fría. Percy y Neville, en cambio, los saludaron alegremente.

"El correo llegará en cualquier momento;" comentó Neville "supongo que mi abuela me enviará todas las cosas que me he olvidado."

Efectivamente, segundos después un centenar de búhos penetraron con gran estrépito en la sala, volando sobre sus cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud. Un gran paquete de forma irregular rebotó en la cabeza de Neville, y un segundo después, una gran cosa cris cayó sobre la taza de Hermione salpicándolos a todos de leche y plumas.

"¡Errol!" dijo Ron, sacando por las patas el empapado búho. Errol se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico.

"¡No!" exclamó Ron.

"No te preocupes, no está muerto." dijo Hermione, tocando a Errol con la punta del dedo.

"No es por eso... sino por esto." Ron señalaba el sobre rojo. A Harry no le parecía que tuviera nada en particular, pero Percy, Ron y Neville lo miraban como si fuera a estallar en cualquier momento.

"¿Qué pasa?" preguntó Harry.

"Me han enviado un vociferador." dijo Ron con un hilo de voz.

"Fue un gusto conocerte, amigo. Le contaré a todos de tus valerosas hazañas." le dijo Percy, medio bromeando, pero mirando a Ron con lástima.

"Será mejor que lo abras, Ron." dijo Neville, susurrando tímidamente "Si no lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió un, pero no lo abrí y..." tragó saliva "fue horrible."

Harry contempló los rostros aterrorizados y luego el sobre rojo.

"¿Qué es un vociferador?" preguntó.

Pero Ron fijaba toda su atención en la carta, que había empezado a humear por las esquinas.

"Ábrela." urgió Neville "Será cuestión de unos pocos minutos, tal vez segundos."

Ron alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió. Percy miró con temor y expectación al vociferador. Neville se tapó los oídos con los dedos. Harry no comprendió la acción del segundo hasta una fracción de segundo después. Por un momento, creyó que el sobre había estallado; en el salón se oyó un bramido tan potente que desprendió polvo del techo.

"¡ROOOOOOOOOOOONAAAAALD! NO PUEDO CREER QUE TE ATREVIERAS A ROBAR EL AUTO, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN; ESPERA A QUE TE COJA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR EN LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL AUTO NO ESTABA..."

Los gritos de la Señora Weasley, cien veces más fuertes de lo normal, hacían tintinear los platos y las cucharas en la mesa y reverberaban en los muros de piedra de manera ensordecedora. En el salón, la gente se daba la vuelta hacia todos lados para ver quién era el que había recibido el vociferador y Ron se encogió tanto en el asiento que solo se le veía la frente colorada.

Mago Semidiós. Percy Jackson & Harry Potter (Permione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora