Capítulo 32: Un nuevo comienzo

175 21 6
                                    

El domingo, después de desayunar, Percy, Harry, Ron y Hermione fueron a la lechucería para enviar dos cartas: una a Percy/W, preguntándole, como Sirius les había sugerido, si había visto a Crouch recientemente. La otra carta era a la madre de Percy, explicándole la situación de Sirius, y pidiéndole que con alguna de las elfinas le enviara comida siempre que pudiera. Utilizaron a Hedwig para la carta de Percy/W, siendo que la lechuza no había llevado cartas en mucho tiempo. Para la otra carta utilizaron a Atlanta, antes de bajar a las cocinas para poder darle a Dobby sus nuevas medias.

Los elfos domésticos, igual que siempre, los recibieron cálidamente, haciendo reverencias y apresurándose a prepararles un té. Dobby estaba eufórico con el regalo.

"¡Harry Potter es demasiado bueno con Dobby!" chilló, secándose las lágrimas de sus enormes ojos.

"Si no hubieras traído las branquialgas, ahora estaría muerto, Dobby." dijo Harry.

"¿No hay más pastelitos de nata y chocolate?" preguntó Ron, mirando a todos los elfos domésticos, que todavía sonreían, sin parar de hacer reverencias.

"¡Acabas de desayunar!" dijo Hermione, enfadada, pero entre cuatro elfos ya le habían llevado una bandeja de plata llena de pastelitos.

"¿Y qué?" preguntó Ron con la boca llena y escupiendo migas por todas partes.

Esta vez, Hermione no era la única disgustada con Ron.

"Dobby, ¿sabes por qué Winky y Daisy no pudieron responderme la noche previa a la prueba?" preguntó Percy.

"Estaban ayudando a la señora Sally Jackson con un paciente de San Mungo, señor." dijo Dobby "Su madre les dio la orden de no atender a ningún otro llamado, señor."

Percy asintió, satisfecho con la respuesta, y se apresuró a salir de las cocinas con Hermione para no ver la vista tan grotesca frente a él: Ron ya iba por el quinto pastelito, en menos de dos minutos.

------------------------------------------------------------------------------------------

Al día siguiente, para el desayuno, hubo un acontecimiento que dejó a mucha gente sorprendida. Cuando llegaron los búhos, un gran grupo se dirigió a la mesa de Ravenclaw, aterrizando junto a Claire Reed, la novia de Krum. Si la cara ofendida que ponía era algo por lo que guiarse, no eran cartas para nada bonitas.

"¿Por qué le llegan tantos búhos?" preguntó Ron con la boca llena.

"Un artículo en la revista Corazón de Bruja." dijo Percy "Ha estado circulando por todas partes."

"No me había enterado." dijo Harry con sorpresa "¿Qué dice?"

"Que está usando pociones de amor en Krum." dijo Hermione "La pobre ha sido acusada de todo lo que podrían pensar: hambrienta de fama, necesitada, aprovechada, mantenida..."

"Puta." dijo Percy.

"¡Percy!" chilló Hermione, pegándole en el brazo "No se dice de manera tan brusca."

"Mi madre las llama mujeres fatales." apuntó Ron, y sus amigos empezaron a reírse, poniendo como un tomate al pelirrojo.

"Bueno, ¿y quién escribió ese artículo?" preguntó Harry.

"Me sorprende que lo preguntes, Harry." dijo Percy.

"Skeeter." gruñó Harry.

"¡Bingo!" lo felicitó Percy, ofreciéndole una galleta de premio.

"Me gustaría saber cómo se entera de las cosas." murmuró Hermione.

"¿De qué hablas?" preguntó Ron.

Mago Semidiós. Percy Jackson & Harry Potter (Permione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora