Capítulo 28: El cáliz de fuego

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A la mañana siguiente la tormenta se había ido a otra parte, aunque el techo del Gran Comedor seguía teniendo un aspecto muy triste. Durante el desayuno, unas nubes enormes del color gris del peltre se arremolinaban sobre las cabezas de los alumnos, mientras Percy, Harry, Ron y Hermione examinaban sus nuevos horarios. Unos asientos más allá, Fred, George y Lee Jordan discurrían métodos mágicos de envejecerse y engañar al juez para poder participar en el Torneo de los Tres Magos.

"Hoy no está mal: fuera toda la mañana." dijo Ron pasando el dedo por su horario "Herbología con los de Hufflepuff y CDCM ... ¡Maldita sea!, seguimos teniéndola con los de Slytherin..."

"Y esta tarde dos horas de Adivinación." gruñó Harry, observando el horario.

"Tendrían que haber abandonado esa asignatura como hicimos nosotros." dijo Hermione con énfasis, untando mantequilla en la tostada.

"De esa manera podrían estudiar algo útil como Aritmancia con nosotros." estuvo de acuerdo Percy.

Ron iba a comentar algo sobre la Aritmancia cuando de repente oyeron sobre ellos un batir de alas, y un centenar de búhos entró volando a través de los ventanales abiertos. Llevaban el correo matutino. Los búhos volaron alrededor de las mesas, buscando a las personas a las que iban dirigidas las cartas y paquetes que transportaban. Un cárabo grande se acercó a Neville y dejó caer un paquete sobre su regazo: probablemente algo que había olvidado. Al otro lado del Gran Comedor, el búho real de Draco Malfoy se posó sobre su hombro, llevándole lo que parecía su acostumbrado suplemento de dulces y pasteles procedentes de su casa. Percy notó la desilusión de Harry al no ver a Hedwig con una carta de Sirius.

Tras el desayuno, el cuarteto se dirigió al Invernadero 3, para la clase de Herbología. Una vez en él, la profesora Sprout le mostró a la clase unas plantas tan feas que, según Percy, encajarían perfectamente en el jardín de Perséfone, en el Inframundo. Desde luego, no parecían tanto plantas como gruesas y negras babosas gigantes que salieran verticalmente de la tierra. Todas estaban algo retorcidas, y tenían una serie de bultos grandes y brillantes que parecían llenos de líquido.

"Son bubotubérculos." les dijo con énfasis la profesora Sprout "Hay que exprimirlas para recoger el pus..."

"¿El qué?" preguntó Seamus, con asco.

"El pus, Finnigan, el pus." dijo la profesora Sprout "Es extremadamente útil, así que espero que no se pierda nada. Como decía, recogerán el pus en estas botellas. Tienen que ponerse los guantes de piel de dragón, porque el pus de un bubotubérculo puede tener efectos bastante molestos en la piel cuando no está diluido correctamente."

Exprimir los bubotubérculos resultaba desagradable, pero curiosamente satisfactorio. Cada vez que se reventaba uno de los bultos, salía de golpe un líquido espeso de color amarillo verdoso que olía intensamente a petróleo. Lo fueron introduciendo en las botellas, tal como les había indicado la profesora Sprout, y al final de la clase habían recogido varios litros.

"La señora Pomfrey se pondrá muy contenta." comentó la profesora Sprout, tapando con un corcho la última botella "El pus de bubotubérculo es un remedio excelente para las formas más persistentes de acné. Les evitaría a los estudiantes tener que recurrir a ciertas medidas desesperadas para librarse de los granos."

"Como la pobre Eloise Midgen." dijo Hanna Abbott, alumna de Hufflepuff, en voz muy baja "Intentó quitárselos mediante una maldición."

"Una chica bastante tonta." afirmó la profesora Sprout, moviendo la cabeza "Pero al final la señora Pomfrey consiguió recolocarle la nariz donde la tenía."

El insistente repicar de una campana procedente del castillo resonó en los húmedos terrenos del colegio, señalando que la clase había finalizado, y el grupo de alumnos se dividió: los de Hufflepuff subieron al aula de Transformaciones, y los de Gryffindor se encaminaron en sentido contrario, bajando por la explanada ¿, hacia la pequeña cabaña de madera de Hagrid, que se alzaba en el mismo borde del Bosque Prohibido.

Mago Semidiós. Percy Jackson & Harry Potter (Permione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora