Capítulo 30: Permione

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Disfruten.

El cuarteto venía de enviarle una carta a Sirius en la buhonera. Harry le había querido contar todo de la primera prueba y los otros lo acompañaron. Ron hacía todo su esfuerzo por compensar a Harry, llegando incluso a decirle que creía que tenía muchas probabilidades de ganar el Torneo. Fueron Percy y Hermione los que le dijeron que aún tenía un gran camino que recorrer.

Estaban volviendo a la sala común, donde probablemente esperaba una fiesta para Harry, cuando se cruzaron con la profesora McGonagall.

"Señor Jackson, necesito que me siga."

"No es nada malo, ¿verdad, profesora?" dijo Percy.

"No que yo sepa." respondió ella con los labios fruncidos.

Percy asintió y se despidió de sus amigos, siguiendo a la profesora.

"¿Quién me necesita, profesora?" preguntó Percy mientras cruzaban varios pasillos a toda prisa.

"El director." dijo ella sin retrasar el paso.

Siguieron avanzando hasta que McGonagall se detuvo frente a la estatua de una gárgola en el tercer piso. Percy la miró inquisitivamente, pero ella solo miró la gárgola y dijo:

"Moscas de café con leche."

Percy casi se echa a reír ante la mención del dulce, pero, para su sorpresa, la gárgola se movió hacia un lado y dejó a la vista unas escaleras de caracol. McGonagall empezó a subir y Percy la siguió. Arriba había una puerta y McGonagall le dio unos golpecitos.

"Adelante." se oyó la voz de Dumbledore desde dentro.

McGonagall entró por la puerta y, al seguirla, Percy vio, para su sorpresa, a Dumbledore junto a los directores de las otras dos escuelas, y Ludo Bagman y el señor Crouch.

"Gracias Minerva. Puedes retirarte." dijo la gentil voz de Dumbledore. La subdirectora de Hogwarts asintió y se retiró, dejando a Percy con los jueces del Torneo "Siéntate, por favor, señor Jackson."

Percy asintió y se sentó en una silla frente al escritorio del director.

"Bien, supongo que te preguntas que estamos haciendo aquí." dijo Dumbledore y Percy asintió "Antes que nada, por cuestiones del Torneo, necesitamos que hagas un juramento. Todo lo que se hable en esta oficina, que tenga relación con el Torneo de los Tres Magos, no lo podrás hablar con nadie hasta después de que haya pasado la segunda prueba, a menos que tengas la autorización de nosotros cinco." Percy asintió y sacó la varita, haciendo el juramento por su magia "Bien," continuó Dumbledore "ahora sí, necesitamos tu... ayuda... para organizar la segunda prueba."

Dumbledore procedió a explicarle a Percy en qué consistiría la prueba y lo que tendrían que hacer los campeones. A Percy no le parecía bien que fueran a secuestrar personas solo para una prueba, pero prefería no cuestionar a esas cinco personas en particular.

"¿En qué puedo ayudar yo?" preguntó Percy cuando acabaron la explicación, aunque tenía una idea aproximada.

"El señor Crouch y yo hemos estado hablando con las sirenas y los tritones del agua, pero no han querido acceder a ayudarnos." dijo Dumbledore "Teníamos un acuerdo hasta que cierto... suceso, hizo cambiar de opinión a la gente del agua."

Percy no preguntó que suceso. La mirada que Crouch y los otros dos directores le lanzaron a Bagman bastó para que entendiera quien tenía la culpa. Y no le sorprendía en los más mínimo.

"Y necesitan que yo hable con ellos y los convenza de ayudar." dijo Percy.

"Exactamente." dijo Dumbledore, con el clásico brillo en sus ojos.

Mago Semidiós. Percy Jackson & Harry Potter (Permione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora