Ya era algo tarde, cuando el grupo de amigos decidió ir a comer a el restaurante Wanmin. La mayoría del día se le habían pasado hablando en la biblioteca privada del peli azul, mientras bebían té; claro, después de hablar de todo el tema de Fang. Al final la chica decidió ser cortés con el invitado; después de todo no es como si tuviera otra alternativa, pero al menos lo haría por decisión propia. Xingqiu insistía en dejarle saber lo afortunada que era, las cosas eran demasiado fáciles, pero ella simplemente prefería ignorarlo, hablando por encima de él sobre temas triviales. Mientras iba en el camino, se encontraron con el padre de Fang, y por supuesto a su lado, el honorable invitado recién llegado del archipiélago tormentoso que era Inazuma dando una caminata por el pueblo.
- ¡Ah, chicos, pero que coincidencia encontrarlos aquí! - Dijo el señor Zhu.
- Vámonos. - dijo Fang lista para dar media vuelta para irse de ahí.
- No seas así, Fang. - la regaño Xingqiu en un susurró mientras la agarraba por el brazo con un peñizco. - ¡Hola, señor! ¿Cómo está? - pregunto con cortesía.
- De maravilla, como puedes ver. - Dijo refiriéndose a la situación que sucedía en su hogar. - ¿Van a comer?
- No-
- Sí, así es, ¿porque no nos acompañan? - dijo cortésmente Xingqiu, cortando las palabras de Fang. - ¿Señor Kamisto Ayato, no es así? Mi nombre es Xingqiu, soy el Joven maestro del gremio de comerciantes, es un placer conocerlo. - hizo una reverencia. Ayato sonrió complacido.
- Kamisato Ayato, cabeza del Clan Kamisato, el placer es mío, espero poder ser buenos colegas en un futuro. - Le devolvió la reverencia.
- Soy Chongyun. - se presentó. Todos voltearon a verlo sin decir nada. - Exorcista.
- Ahora que todos nos conocemos, - Dijo Fang en un tono amable que claramente denotaba fastidio. - ¿Porqué no entramos a comer?
Todo el grupo entró al restaurante, el señor Cha se encargó de hacer que su hija y Ayato se sentarán uno al lado del otro, sin nada de sutileza, por supuesto. Fang prácticamente que lo mataba con la mirada, su padre, por otro lado sonreía con genuina felicidad, parecía pensar que si los obligaba a estar juntos se llevarían bien, que grave error. Todos pidieron sus platos y platicaron entre sí. Fang daba suspiros molestos, sin intención de disimular su irritación, Xingqiu, que estaba frente a ella, le dio una patada por debajo de la mesa, le hizo señas con los ojos para que hablara con Ayato, ella rodó los mismos, tendría que hacerlo o las patadas no pararían. Tomó una gran bocanada de aire y sonrió.
" Ojalá me hubieran sentado frente a Chongyun."
- Así que, mi señor, me han dicho que ha venido a Liyue a expandir su lista de contactos, ¿es así?
- ¿Hace falta preguntar lo obvio? - dijo él sonriendo.
"Vaya forma de contestar."
Con esa sonrisita cínica que la volvía loca, era una sonrisa que se burlaba de ella de forma pasiva, para que no pudiera siquiera quejarse ni reprochar, porque al momento de reclamar que otra respuesta obtendría que ¨solo es una sonrisa."
-Pero, por supuesto, siempre es de preferencia preguntar y no simplemente asumir, podría prestarse para malentendidos, me sorprende que un hombre sabio como usted no lo sepa. - Tomó un poco de té. Ayato sonrió aún más.
- No llevó ni un día en Liyue y ya estoy aprendiendo lecciones valiosas, - Imitó a la chica tomando otro poco de té. - y de una maestra tan linda, que suerte la mía. - jugueteó.
"Esta cursilería no puede ser en serio."
- ¿Tuvo tiempo de visitar Liyue? Es una ciudad de lo más preciosa. - Lo ignoró.
- Es cierto, es una ciudad preciosa, pero nada como ciertas habitantes de aquí. - Fang soltó la risita más falsa que había soltado en toda su vida.
- Y eso que no ha visto la ciudad durante el Rito de linternas, es la época más hermosa. - comentó.
- Eso me han dicho, aun que no ha de haber un sentimiento mejor que pasar el Rito con una doncella hermosa.
"¿Hasta cuando con la labia barata?"
Fang estaba empezando a cansarse de sus cursis líneas, había sido paciente, ignorando sus intenciones descaradas, pero se estaba pasando de la raya y frases ridículas. Mientras tanto, Ayato se divertía como nunca al ver como la chica iba quebrándose poco a poco por las payasadas que soltaba.
- Y dígame, mi señor, ¿Ya ha conocido a alguien interesante en su primer día aquí?
- Claro que lo hice, estoy con esa persona justo ahora. - dijo en un tono divertido. Fang sintió un tic en el ojo, Ayato tuvo que desviar la mirada y tomar un poco de té para no reír. Fang no pudo contenerse más, encima que había elegido llevarse bien con el, pero mira que lo hacía difícil.
- Mire, mi señor, le agradezco mucho su cumplido, pero-
- Xingqiu, - Dijo Ayato mirando a el peli azul. - Que suerte, ¿no? Mi primer día y ya conocí al Joven maestro del Gremio de Comerciantes, es un muy buen contacto, ¿no lo cree?
Fang se quedó callada por un momento, anonadada.
- ¿Qué? Eh... sí. - respondió un tanto avergonzada.
- Se encuentra bien, ¿mi señorita? Su cara está roja. - Ayato se acercó para poner su mano en la mejilla de la chica, pero esta se dio cuenta, así que se apartó poniéndose de pie.
- ¡Estoy bien! - Dijo casi gritando, Ayato la miró sorprendido. - Solo debo ir al baño, con permiso. - sonrió y se fue lo más rápido que pudo de ahí.
Caminó rápidamente hasta el baño, empujando a unas cuantas personas en el camino, con las que se disculpó, aun que para ser honesta, poco le importaba, solo quería salir de ahí lo más rápido posible. Se lavó la cara con agua fría para poder despertarse.
- Maldición, no hay duda, ¡Se burla de mí! Ese maldito... Y se llama así mismo caballero, no lo puedo creer. Además, ¿¡Qué es lo que trama!? ¿Acaso un hombre que corteja a una mujer se comportaría así? ¡Que desagradable!
Y así de simple, la decisión de ser amable con el, se había ido a la mierda. No tenía intención en evitarle un mal tiempo al caballero cuando era obvio que el la hacía pasar por un mal rato por diversión propia. Ahora refrescada y más calmada, después de su pequeño desahogo en el baño, volvió a la mesa con todos los demás. Afortunadamente la comida ya había llegado, sin embargo nadie estaba comiendo. Ayato la miro con atención cuando la chica se sentó a su lado.
- Que bueno se ve todo, ¡Buen provecho! - dijo ella. El sonrió.
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Mi señorita ;; Kamisato Ayato
ФанфикZhu Fang, una doncella y heredera del próspero negocio de su padre, encuentra su mundo inundado por pretendientes provenientes de diversas naciones. Agobiada por esta constante corriente de cortejos, Fang decide solicitar la intervención de su padre...