Zhu Fang se había despertado por ruidos provenientes de la sala, una manera poco agradable de despertar, es cierto, sin embargo habían pocas probabilidades de que su humor fuera a ser alterado. Lo primero que recordó al despertar fue las palabras de su padre:"Puedo deshacerme de los pretendientes."
Zhu Fang no pudo evitar emocionarse, la euforia corría por su cuerpo, daba vueltas en su cama mientras se envolvía con las sabanas en un intento de al menos tratar de moderar de su felicidad, pero a quién engañaba, estaba que saltaba en una sola pierna. Los ruidos provenientes de abajo comenzaron a ser aún más intensos. Intrigada por saber qué pasaba se puso sus ropas de día y bajó a ver qué ocurría. Al bajar pudo divisar a su padre hablando con un hombre joven de cabellos azulado, tenía una alegre charla , como si de padre e hijo se tratara.
Su padre, al darse cuenta de que la chica los había estado observando la llamo
- Zuzu, ven a saludar a nuestro invitado.
"¿Invitado?" se preguntó la chica. "¿Así de repente? ¿Quién será?"
Zhu Fang hizo una breve reverencia sin hablar, con la guarida en alto lo analizo de pies a cabezas.
- Este es Kamisato Ayato, cabeza del clan Kamisato en Inazuma. - el peli azul tomó la mano de la chica y se la llevo a los labios mientras hacía una reverencia
- Un gusto, Kamisato Ayato para servirle, mi señorita.
La chica no puedo evitar sentir que había algo raro pasando, casi de forma inmediata volteaba a ver a su padre quien sonreía de oreja oreja, confirmando sus sopechas. La chica le brindó una sonrisa de cortesía al joven amo, le salió con gran naturalidad, debido a lo acostumbrada que estaba a fingir con todos sus pretendientes.
- Es un gusto, me gustaría hablar a solas con mi padre por unos minutos.
- Por supuesto. -dijo con una sonrisa juguetona.
La pelinegra entrelazo su brazo con el de su padre para así llevárselo a una de las habitaciones cercanas al salón.
- ¿Tendría usted la amabilidad de explicarme qué sucede aquí? - Dijo con obvia molestia.
- No sé a qué te refieres. - Contestó su padre, evitando cualquier tipo de contacto visual, cosa que hacía cuando había hecho algo malo, cual niño.
- Papá... -gruñó.
- Solo hice lo que me dijiste.-Se cruzó de brazos muy desvergonzadamente.
- ¿ A qué te refieres? - Dijo estando ahora aún más confundida.
- Dijiste que no querías más pretendientes, así que te traje a uno que espantaría a todos.
- ¡Te digo que quiero deshacerme de los pretendientes y lo primero que haces es traer a uno a vivir conmigo! ¿Que clase de padre es tan irresponsable?
- No lo estás pensando con cabeza fría, - señaló.- Al traer a un invitado como él, podremos decir que estás muy ocupada con él como para ofrecer visitas a otros, así no podrán reprochar y podrás conocer el señorito Kamisato.
- Es que no lo entiendes, ¡yo no busco conocer a nadie!
- Al menos darle la oportunidad, vino desde Inazuma.
- Pues debía quedarse allá. - reprochó con un tono malcriado.
- ¡Pero que engreída! Nunca dije que fueras la única razón por la que está aquí.
- ¿Ah no? -preguntó mientras sonreía con ironía. - ¿Entonces por qué ha venido está aquí?
- ¿Que parte de cabeza del Clan no entendiste? Es un hombre importante, venir a Liyue le dará la oportunidad de conocer a hombres tan importantes como él.
- Pues que le vaya muy bien, pero conmigo no cuentes.
- Ni siquiera lo has conocido, al menos, intenta hablar con el. - La regañó.
Demasiado enojada como para escuchar la sugerencia de su padre, Zhu Fang salio de la oficina y se dirigió directamente a su habitación, mientras murmurada cosas para sí misma sobre la disputa que había tenido con su padre anteriormente.
- ¿Cómo pudo haber hecho esto sin consultármelo primero?
Y ahora, se encontraba pataleando en la misma cama en la que antes rodaba de felicidad.
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Mi señorita ;; Kamisato Ayato
FanficZhu Fang, una doncella y heredera del próspero negocio de su padre, encuentra su mundo inundado por pretendientes provenientes de diversas naciones. Agobiada por esta constante corriente de cortejos, Fang decide solicitar la intervención de su padre...