Ayato y el Maestro Zhu se encontraban en uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad, un lugar donde los techos altos, las mesas bien decoradas, y la atmósfera tranquila creaban un ambiente ideal para reuniones personales. Ambos esperaban con paciencia la llegada del señor Wei Ling, un comerciante de renombre en Liyue que prácticamente controlaba la industria textil de la región. Los rumores sobre su carácter rígido y exigente lo precedían, por lo que Ayato ya se había preparado mentalmente para conocerlo.
- Es un hombre serio de pocas palabras. - Advirtió el Maestro Zhu, inclinándose ligeramente hacia Ayato para darle un consejo en tono bajo. - Así que ten bastante cuidado con lo que dices, Ayato.
- Lo tendré en cuenta, señor. - Respondió Ayato con una leve inclinación de cabeza, manteniendo la serenidad.
- Y, no olvides llamarlo siempre "Doctor Ling". No le gustan otros apodos ni familiaridades.
- Entendido. - Respondió nuevamente Ayato, siempre atento a los detalles.
Justo en ese momento, las puertas del restaurante se abrieron con un ligero estruendo, y un hombre bajito de porte autoritario y facciones simples entró acompañado por una hermosa joven alta que lo contrastaba. Ambos caminaban con paso apresurado, reflejando la prisa con la que venían.
- Disculpen la tardanza. - Anunció el hombre de manera seca pero cortés. - Tuvimos algunos contratiempos al salir de casa.
- Lo importante es que ya están aquí. - Respondió Ayato con una sonrisa suave, manteniendo su habitual tono amable. El Maestro Zhu, quien ya era un viejo amigo de Wei Ling, no perdió la oportunidad de soltar un comentario que le permitiera burlarse de su amigo:
- Debo admitirlo, Wei Ling. Me tenías preocupado. Un hombre tan estricto como tú, llegando tarde... Casi me das un infarto - Dijo con una risa ligera. Wei Ling no compartió el humor de su amigo y su ceño se frunció.
- Es suficiente, Zhu. - Exclamó molesto, poniendo fin a la broma con un tono cortante. Ayato, manteniéndose neutral, se levantó de su asiento para presentarse formalmente:
- Es un honor conocerlo finalmente, Doctor Ling. - El Maestro Zhu se tranquilizo al oír el nombre con el que Ayato se había referido a Wei Ling. - Mi nombre es Kamisato Ayato, líder del clan Kamisato de Inazuma - Dijo, inclinándose en una reverencia perfecta que demostraba su respeto.
Wei Ling observó la reverencia y asintió, visiblemente complacido con la reverencia impecable de Ayato. Aún que el no fue el unico complacido, su hija Mei Ling había quedado completamente hipnotizada ante la apariencia del joven peliazulado desde que lo vio, y su atracción no hizo mas que incrementar cuando lo escuchó hablar, su voz masculina, pero que guardaba cierta dulzura en ella, la hizo caer finalmente, así como así.
"Es exactamente mi tipo. Debo tenerlo."
- Soy Wei Ling, aunque estoy seguro de que no necesito mucha presentación. El Maestro Zhu seguramente ya habrá hablado lo suficiente de mí - Dijo, con un tono cargado de arrogancia que dejó a su hija, Mei Ling, visiblemente incómoda. La joven, claramente apenada por la arrogancia de su padre, evitaba el contacto visual con los hombres mientras Wei Ling continuaba. - Ah, casi lo olvido. Esta es mi hija, Mei Ling. Espero que no les moleste su presencia.
- En absoluto. - Respondió Ayato con su habitual tono encantador. - Es un placer conocerla, señorita Mei Ling. - La chica se sobresalto cuando Ayato se dirigió a ella, poniéndose inmediatamente nerviosa y su corazon palpitando rápidamente.
- ¡El placer es mío! - Respondió la joven, su voz denotando un leve nerviosismo mientras sus ojos apenas se atrevían a posarse en Ayato.
El Maestro Zhu, deseando comenzar la reunión, intervino rápidamente:
ESTÁS LEYENDO
Mi señorita ;; Kamisato Ayato
FanficZhu Fang, una doncella y heredera del próspero negocio de su padre, encuentra su mundo inundado por pretendientes provenientes de diversas naciones. Agobiada por esta constante corriente de cortejos, Fang decide solicitar la intervención de su padre...