EL DESPERTAR © [EN PAUSA]

CAPITULO II

GUARDIANES MARCADOS

Llagamos a El Santuario de los Guardianes Marcados, es un lugar majestuoso, situado en un entorno natural impresionante. Tienes una Arquitectura Celestial, está construido con materiales resplandecientes y luminosos, el mármol blanco y el cristal iridiscente, reflejan la luz de manera celestial.

Los Jardines Sagrados están a los alrededores del santuario, adornados con jardines llenos de flores y árboles que emanan una energía revitalizador y pacífica que nos ayudan a recuperarnos después de cada misión. Los senderos serpentean entre fuentes de agua cristalina y estatuas angelicales, creando un ambiente de belleza y armonía.

En el corazón del santuario se encuentra la Sala Principal, un espacio impresionante con techos altos y ventanas que permiten la entrada de la luz celestial. Ahí se llevan a cabo ceremonias importantes, reuniones de alto nivel y eventos especiales.

Hay salas dedicadas para nuestro entrenamiento físico y de habilidades. Incluye áreas de práctica de combate, salas de estudio y entrenadores especializados. Equipadas con simuladores de combate, áreas de especiales para uso de magia, estas salas nos ayudan a perfeccionar nuestras habilidades y fortalecernos para proteger a los débiles. También en esta área está dedicada al entrenamiento y la preparación de los nuevos guardianes. Aquí mismo se encuentran las instalaciones médicas donde nos atienden las heridas después de cada pelea.

En la Sala de Consejo se reúnen los líderes y consejeros de las diferentes criaturas marcadas para discutir estrategias, tomar decisiones importantes y resolver conflictos. La sala está adornada con símbolos sagrados y artefactos ancestrales que inspiran respeto y reverencia.

Está dividida en dos Alas, la Diplomática, donde se manejan las relaciones con otras facciones o seres sobrenaturales. Se realizan negociaciones, alianzas y tratados para mantener la paz y la cooperación.

Y la de Defensa, esta división se encarga de la seguridad del santuario y del reino de criaturas sobrenaturales, con guardias, sistemas de vigilancia y barreras mágicas para protegerlo de posibles ataques del reino humano.

Porque el mundo terrenal está dividido en dos:

Reino Humano: Que conocen la existencia de seres sobrenaturales, pero les temen a las habilidades que obtenemos al ser marcados y nos destierran de su reino.

Reino de Seres Sobrenaturales: el lugar donde vivo, y estamos ocultos para protegernos de la persecución y el miedo de los humanos hacia lo diferente y desconocido.

Y finalmente, el centro del santuario se encuentra el Santuario de la Luz, un lugar sagrado donde los guardianes pueden conectarse con los ángeles en el mundo celestial.

El mundo celestial es el mundo de donde los ángeles proviene, de hecho, los guardianes marcados somos Personas o Criaturas con habilidades especiales porque hemos sido protegidos/salvados por los ángeles en algún momento de nuestras vidas, de las o criaturas que han escapado del mundo infernal.

Llego a la sala de entrenamiento y me dirijo a la enfermería porque la pelea contra el onecentauro me dejó un poco malherida.

—Hola, Elias— digo mientras entro a la habitación.

—¡Ah!, Hola Elysia— dice mientras se acomoda los lentes, y cierra unos libros.

Elias es un joven alto, ojos rojizos, y cabello cobrizo, usa unos lentes de pasta, en su rostro hay unas pecas que la hacen lucir adorable, tiene facciones finas, pero lo suficientemente masculinas, con una altura considerable y un cuerpo firme para la labor que desempeña.

— ¿Qué te ocurrió? - me echa un vistazo y se dirige hacia mí.

— Solo una criatura corrompida— digo encogiéndome de hombros, al hacerlo me causo cierta molestia y Él notó eso.

— Al parecer sufriste una dislocación del hombro derecho— dice – retírate la chaqueta, para que pueda revisarte. — hago lo que me pide, y camino hacia él, me siento sobre una mesa médica que tiene pegada a la pared.

— Fue una pelea increíble. — digo con una sonrisa ladina. — a pesar de no tener ninguna habilidad especial, soy buena con las armas y el combate cuerpo a cuerpo. — hago un gesto de dolor al sentir presión sobre el hombro.

— Lo sé – dice – Eres increíble, he visto cuanto has crecido en fuerza y rapidez. — lo miro poner sus manos en mi hombro, cerró los ojos, y de manera inmediata brillo salió de sus manos, y automáticamente mi hombro sanó, y los rasguños quedaron como simples recuerdos de la pelea contra el onecentauro.

— Pero sería mucho mejor si tuviera alguna habilidad extra. — digo - Mírate, tú manipulas energía, puedes canalizarla y usarla, ya sea para curación, defensa o ataque. — digo esta vez en forma de reclamo y bajo de la mesa.

— No es para tanto. — dice Elias con una sonrisa que apenas logro distinguir.

— Claro que sí, puedes curar a quien sea— digo.

Nuestra conversación fue interrumpida por una voz familiar - Así que aquí estás. Te busqué por todas partes, quería saber si estabas bien. — dice Hasan mientras se queda en el marco de la puerta apoyándose en un hombro.

—Ya estoy bien, nada por qué preocuparse. — digo sería mientras me coloco la chaqueta nuevamente.

— Muchas gracias Elias. — digo mientras camino a la puerta.

— No es nada, cuídate. — dice, mientras que yo asiento con la cabeza, doy la vuelta y paso al lado de Hasan.

— ¿segura que estás bien? - dice Hasan mientras me toma de la muñeca.

Me detengo y me doy la vuelta —Sí, estoy bien, tengo que ir a entrenar-

—Pero no estás del todo bien— dice mientras me suelta —debes descansar, aunque Elias te haya sanado, eso no significa que estés recuperada, seguimos siendo humanos después de todo.—–

— No te preocupes por mí, estaré bien— digo y me alejo de él rápidamente.

Llego al ala de entrenamiento y me encuentro con la mi amiga de entrenamiento, entrenamos durante toda la tarde.

+++++++++

Nota de la Autora: Este es el Segundo capítulo, espero les haya gustado, disculpen, si hay algún error.

Les quiero montones por haber llegado hasta aquí, No olviden votar y dejar sus comentarios, me ayudarían mucho, si lo hacen.

Nos vemos en la próxima actualización ¡Compañeros Guardianes!