CAPÍTULO 55 - PUGNA

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Sus papilas gustativas se ahogaban en el sabor de la sangre. ¿Era suya? ¿Era de su oponente? ¿Importaba? No. Encajar otro golpe más era lo único que importaba.

William expulsó un escupitajo de saliva y sangre al suelo, y lanzó el puño derecho hacia la cara de Jacobs. Este logró cubrirse, pero el impacto fue lo bastante fuerte como para hacerle tambalear. Otra vez, ahora con la izquierda. Jacobs reaccionó antes, y su puñetazo sacudió la cabeza de William de arriba abajo.

No podía frenarse. Si se frenaba, sentía que podría desplomarse en cualquier momento.

Se agarraron el uno al otro, y la rodilla de Jacobs se hundió en su estómago, y su puño impactó contra el mentón de Jacobs, y chocaron contra los muebles de la oficina, y trataron de estrangularse mutuamente; como animales, enzarzados en una refriega salvaje, golpe tras golpe.

Un nuevo temblor recorrió la torre, más intenso que los anteriores, haciéndoles dar un traspié y perder el equilibrio. Cada uno rodó en una dirección diferente, interrumpiendo la pelea por un momento.

Aún en el suelo, William tuvo una sensación extraña. ¿Era una leve inclinación, o estaba su mente jugándole una mala pasada? Algunos pequeños objetos se deslizaron por las mesas y cayeron al suelo por toda la oficina. No era su imaginación. El edificio se estaba ladeando.

"Me encanta, joder..." farfulló Jacobs, a unos metros de distancia, apoyándose en una silla para volver a ponerse de pie.

No podía quedarse en el suelo. No podía darle ni la más mínima ventaja a aquel hijo de puta. William se puso de pie de un salto y observó a su oponente.

"¿Los oyes gritar allá abajo, tío? ¿Sientes cómo todo se desmorona? ¿Sientes el sudor de tu frente, tus huesos doloridos? ¿El sabor de la sangre en tu boca? ¡Pura adrenalina! ¡Sin ley, sin orden, sin ninguna soplapollez por el estilo!" a medida que hablaba, una sonrisa enfermiza se dibujaba en su rostro. "Echaba de menos esta mierda."

¿De repente, le había dado por ponerse a dialogar? William continuó observando, y esperando. A pesar de su parloteo, Jacobs no estaba distraído en absoluto. Mantenía la postura, y sus ojos estaban clavados en William, y en cada movimiento que hacía. Casi se podría decir que su monólogo era hasta eficaz, pues le ponía de los nervios.

"¿Te vas a quedar calladito?" añadió. "Al menos creía que ladrarías un poco m-"

"Vete a tomar por culo. Estás loco." ni las palabras ni el tono de William eran capaces de expresar el rencor que sentía hacia aquel hombre.

"¿Loco? ¿¡Loco!? ¡Pues claro que lo estoy, joder!" se le escapó una risita.

'Cierra la puta boca.'

"¿Sabes, William...? Has sido un jodido grano en el culo desde que te cruzaste en mi camino. No tienes ni idea de la mala hostia que te tengo."

'¿Por qué no te callas...? ¡No quiero oírte!'

"Y ahora que te tengo delante, voy a-"

Otro temblor. Libros, carpetas, y otros objetos cayeron de las estanterías y las mesas, y Jacobs se tambaleó de nuevo. William se zambulló contra él sin pensarlo dos veces.

Entrelazados entre violentos agarres, continuaron dando trompicones y chocando contra los muebles de la habitación, intercambiando golpe tras golpe. Jadeaban, gruñían, gritaban. ¿Por qué parecía que Jacobs lo estaba disfrutando?

"¡Vamos...! ¡¡Vamos...!!" gritaba, antes de recibir un puñetazo en la mandíbula y devolvérselo a William en la cara. "¡¡Sigue...!! ¿¡No tienes nada más!?"

Wither With Me (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora