Capítulo Catorce:

4 2 0
                                    

—Salgamos lo más pronto posible de este sitio—declaró, para comenzar a correr April imitó mi acción.

Optó por dirigirnos hacia el riachuelo, así que corremos en dirección al sonido del riachuelo, es necesario un momento para hidratarnos; así también nos alejamos lo más pronto posible de la criatura que se aproxima hacia nosotros. El aroma a petricor se intensifica mientras avanzamos hacia el riachuelo.

Nos detenemos cerca del riachuelo, April se deja caer en el suelo cansada, yo continuo atento de que otro experimento no vuelva a atacarnos nuevamente. El riachuelo es un río estrecho y sinuoso, con agua clara que fluye entre las rocas, los árboles se inclinan sobre él, creando una atmósfera de tranquilidad y belleza natural.

—Te noto preocupado—Confiesa ella, analizó el lugar mientras que ella está descansando, sé que hemos estado caminando por mucho tiempo y ella merece un descanso.

Sé que los humanos se cansan más rápido que yo, además sobre lo que sucedió hace poco con el mutante; veo que aún continúa nerviosa y preocupada.

—Estoy analizando y asegurándonos que no hay ningún otro mutante cerca—respondo.

—¿Crees que haya peces en el agua? —Pregunta, le doy una rápida mirada al riachuelo, para nuevamente volver a estar en modo de alerta.

—¡Tal vez! —Escucho como suelta un suspiro.

—Espero que sí, tengo tiempo sin saber que es comer pescado—escucho sus pisadas que se dirigen hacia el agua.

Escuchó el cantar de las aves, el suave sonido de las hojas de los árboles mecerse con la suave brisa, los sonidos relajantes de la naturaleza y por último las quejas de April que no ha podido pescar ningún pez del agua. Intentó mantenerme atento, pero sus quejas y chapuzones de agua no me permiten mantener mi concentración.

Me volteo hacia ella ya cansado de escuchar sus patéticas quejas; April está dentro del agua, el agua le llega por las rodillas mientras que intentan pescar o atrapar un pez con sus manos, algo que viene siendo ilógico su manera de hacerlo.

Le doy una rápida mirada al lugar nuevamente y a lejos veo entre unos escombros a un pequeño Ciervo, camino lentamente hacia él sin que me sienta, levantó la escopeta y de un ágil movimiento disparó, el cuerpo del animal cae al suelo sin vida. Camino hacia el cuerpo del ciervo lo tomó por una de sus patas y lo arrastró hacia la orilla del riachuelo.

April me observa con sorpresa, ella observa el cuerpo del ciervo con asombro lo dejó allí e ignoró los reproches de April y vuelvo a mi puesto nuevamente, atento a cualquier peligro, para poder protegerla sin ningún problema.

—¡Has matado a ese pobre animal! —Exclama ella, mientras que se sitúa enfrente de mí.

—Jamás ibas a poder atrapar un pez, si no se tiene los implementos necesarios para hacerlo—aclaró—: Estabas perdiendo tu tiempo.

—Yo no sé limpiar o lo que sea—señala al animal, suelto un suspiro.

—Solo eres una carga, no sabes hacer una mierda—saco mi cuchillo de la bota y me acerco hacia el animal.

Comienzo a limpiar al animal, sacó sus entrañas para luego limpiar el pellejo del animal con el agua del riachuelo, limpio y corto algunas extremidades del animal, para que la niña malcriada pueda comer algo.

—¿Dime qué por lo menos sabes encender una fogata? —Inquiero con sarcasmo, escucho la risa nasal que suelta.

—¡Claro! —Se queja.

—Hazla, no tengo tiempo para eso—lavó el cuchillo, para luego volver a guardarlo dentro de mi bota.

Veo como ella toma algunas ramas que están sobre una vieja ruinas y las arrastra hacia dónde me encuentro, veo como le cuesta hacerlo, pero el orgullo de ella es tan importante que no me pide que la ayude; deja todo enfrente de mí y se sienta en el suelo le da una fugaz mirada a las ramas y luego a mí.

Exterminio: El Comienzo (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora