Capítulo Nueve:

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Con un simple movimiento, la levanto del suelo, su cabeza descansa con suavidad sobre mi hombro izquierdo, su cuerpo no ha parado de temblar, algo que no me gusta para nada; comienzo a caminar en busca de un nuevo refugio para pasar la noche y poder descansar.

Al encontrar un refugio, decido ir inmediatamente hacia allí para poder, intentar darle calor y que su temperatura vuelva a ser estable; al ingresar al refugio tomo asiento en una de las esquinas del lugar, para así poder evitar que el frío logré afectarle aún más a April.

Mueve su cabeza para dejarla descansar sobre mi pecho, sus manos las esconde por debajo de las chaquetas, su temperatura se está volviendo a regularizar gracias a mi temperatura corporal; su corazón ha comenzado a latir nuevamente a su ritmo normal, su respiración se ha vuelto lenta April se ha dormido profundamente sobre mi pecho.

El sol ha salido y April no se ha detenido ni siquiera por un minuto, desde que se despertó sobre mi pecho se levantó con su rostro completamente ruborizado, desde entonces no me ha dirigido la palabra y se ha mantenido caminando de un sitio a otro, algo que me parece sumamente extraño en ella.

-¡Sabes que, supéralo! -exclama de la nada, detiene su caminar para luego alzar ambas manos hacia el aire.

-¿Te encuentras bien? -cuestiono, no entiendo nada de lo que dice, ni de lo que hace-: Pareces una psicópata con esa actitud.

Se voltea a observarme, algo en su mirada ha cambiado, no sé que es, pero en su mirada se nota que algo le está sucediendo; April niega con rapidez, poco después se le escapa una risa nerviosa.

-¿Necesito saber la respuesta a algo? -comenta, desde que se despertó está muy inquieta.

-¿Ahora con que, pregunta estúpida, me vas a salir? -suelto un suspiro, da dos pequeños pasos hacia mí.

-¿Cómo fueron creados todos los exterminadores? -veo temor en su mirada.

Por acto de reflejo, mi ceja izquierda se alza, una pequeña risa brota de mi garganta-: ¿A qué se debe tanta curiosidad?

-¡Respóndeme! -insiste.

-¡Bien! -me levanto del suelo, me pongo de pies al frente de ella, para mirarla directamente a los ojos-: fuimos creados a través de una inseminación artificial, utilizaron a varias voluntarias que se ofrecieron con el fin, de colocar su vientre y óvulos para este experimento.

Me acerco aún más a ella, April decide mantenerse en su mismo lugar, sin apartar la mirada de mí, con su mirada me está retando a hacer algo que ella no se atreve hacer, el problema es que no tengo la menor idea de lo que es o de lo que quiere.

-Cuando los fetos estuvieron lo suficientemente maduros, nos extrajeron con mucha delicadeza de los vientres y nos colocaron en máquinas que tenían las mismas funciones que las de un vientre humano.

Ahora es ella la que da un paso hacia mí-: Era para mantenernos con vida, fueron alterando poco a poco nuestros ADN y ARN a su antojo, emplearon ADN recombinante de algunas especies de animales.

Algo en la mirada de April vuelve a cambiar, es como si estuviera una lucha interna consigo misma, sobre algo que la atormenta; dejo de hablar por unos minutos en espera de alguna respuesta o reacción de parte de ella.

-Continúa-expresa con voz bajá.

-De algunos animales que poseían habilidades especiales, como lo eran el murciélago, la rata, búho, guepardo entre otros.

En un movimiento algo inesperado por mi parte, April se acerca aún más a mí, me toma de mi chaqueta, para atraerme hacia ella, con su otra mano baja mi bandana para luego juntar sus labios con los míos.

Exterminio: El Comienzo (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora