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Hacete cargo de tus errores.

Renata.

Sábado, 8:00 am. Este día cuido a la pequeña más tarde de lo habitual porque Julián no entrena.

2 meses han pasado desde que empecé a cuidar a Zoe.
Todo bien con la nena y conmigo, la adoro.
Pero con Julián y la chiquita las cosas no van bien, aunque los entrenamientos terminen temprano, él nunca regresa a su casa hasta que den las 21:00 de la noche.
No tengo ni la menor idea de que es lo que hace todo el tiempo, pero parece que odia regresar.
Creo que no quiere ver a la nena, pues se va antes de que despierte y regresa cuando ya duerme.

Este fin de semana trataré que se involucre más con Zoe, ella merece un papá presente. Creo que sería buena idea salir o hacer algo dentro de casa para que ellos estén más tiempo juntos.
Es pequeña, tiene 8 meses recién cumplidos y ni siquiera eso parece importarle al padre.
Nadie sabe aun de su existencia, creo que ni la familia de Álvarez; Zoe merece algo mejor que esto y mientras yo esté cuidándola me encargaré de que Julián sea responsable y le dé su lugar.

—Buen día— saludé a Julián que está cebando mates en el sofá—¿y Zoe?

— Está en su dormitorio, aún no despierta— dijo sin siquiera verme.

—Que extraño, normalmente despierta a las 8— dije, y mire mi reloj que marca las 9:30 de la mañana.

—Sí, debe de estar cansada— se encogió de hombros.

—¿cansada? ¿revisaste que no tuviera fiebre o algún otro síntoma?—solamente asintió— responde pelotudo.

—Sí, que se yo culia', debe tener sueño namá'— dijo en tono molesto.

No respondí y subí dirigiéndome directamente a la habitación de Zoe.

Ésta ya estaba despierta, mirando para todos lados y moviendo sus manos y pies de forma inquieta.

El imbécil de Julián ni siquiera se había llevado el monitor con él, como iba a saber si la nena despertaba.

Me acerqué y Zoe al verme se alegro y balbuceo algo ininteligible para mí. La abracé a mi pecho y me dirigí al cambiador.

—Sos idiota y entrenas para eso, verdad— dije molesta bajando las escaleras— Como se te ocurre estar acá tranquilo sin el monitor, como vas a saber si la nena está bien.

Estoy muy alterada, parece que el no se esperaba eso en lo absoluto pues pegó un pequeño salto.

—¿Qué? Lo olvidé, ya fue— dijo simple.

—¿en serio? No lo noté— dije sarcásticamente— obvio lo olvidaste pelotudo, siempre olvidas todo lo relacionado a Zoe vos.

Se preguntarán, ¿que otra cosa ha olvidado de la nena?

Esta semana tuvo cita con el pediatra, fue el lunes a las 10:00 am, lo esperamos por 30 minutos y nunca apareció por lo que solamente yo como niñera estuve presente.

—Yo no he olvidado nada de ella, no seas dramática Renata—dijo molesto— Solo fue el monitor, no la hagas larga.

— ¿y la cita con el pediatra?— dije y noté sorpresa en su mirada— Te olvidaste por completo y sos el papá Julián, sos el puto papá.

Exploté, se que está mal discutir delante de la nena. Pero no pude soportarlo más.

>>Te olvidas de todo, hace poco cumplió 8 meses y vos no te acordaste. Tuvo cita con el pediatra, no te acordaste.
Ahora ya come más sólidos, y no te enteraste ¿por qué? Porque sos un imbecil que no se preocupa y que ni siquiera tiene el descaro de fingir interés en su hija.
Yo me estoy haciendo cargo de ella, y yo solo soy la niñera. No me duele ni me molesta cuidarla, es una bebé maravillosa. Pero si me molesta que vos sigas siendo un irresponsable que no se hace cargo de sus errores.

—Y...yo— dijo y lo corté.

—No tenes excusas Álvarez, hacete responsable y ya— dije y me dirigí a la cocina.

—No tengo tiempo para tus discursitos rancios— dijo levantándose del sofá y dirigiéndose a su habitación.

Unos minutos más tarde bajó con ropa casual, su celular y las llaves del auto en mano.

—¿A dónde vas?— pregunté.

—A donde sea pero lejos de vos y de la nena— dijo y yo me sentí dolida.

No me duele que se enoje conmigo, a mi no me importa, pero ¿la nena? No tiene porque ser tan odioso con ella, no lo merece. El causante de sus errores es el mismo, no es justo que le tenga tanto odio a una beba inocente y pura, estoy muy decepcionada de Julián.

—Sos una basura, Julián— dije— pero escúchame bien, te vas a arrepentir de ser así de forro.

—Cállate queres— dijo— como te digo, no tengo tiempo para tus habladurías.

—No puedo creer que mi hermano sea amigo de una bosta como vos— le di la espalda y caminé hacia la cocina.

Vi a Zoe, sentada en su sillita, golpeando la mesa con las manos, ella al verme sonrió y yo contuve las lagrimas. Le tengo un cariño inmenso a esta criatura y espero que su papá algún día sienta lo mismo.

Escuché que tiró la puerta, un poco más y la hace giratoria.

Cociné el desayuno para Zoe y se lo di de comer jugando al avioncito, pero fue inevitable no quedar perdida en mis pensamientos.

—Vamos chiquita, te daré un baño— dije.

Luego de luchar un poco para poder bañar a Zoe, lo logré. Le puse un vestido con flores pequeñas y un chongo en la cabeza con el mismo estampado.

—Sos la bebé más hermosa del mundo, vamos a dar un paseo— dije. Y aunque mi plan no haya resultado como esperaba hoy no pienso quedarme aburrida en esta casa.

Luego de alistar un bolso con lo necesario para andar con un bebé tranquila en la calle, salimos. Hace un día precioso y es perfecto para caminar y hacer distintas actividades.

Llegue a un parque y extendí una manta, haríamos un picnic, solo las dos.
Traje unos juguetes para entretener a Zoe, aunque creo que no los necesitará pues está demasiado concentrada en su alrededor; en las flores, los perros y las personas que pasan.

Muchos la miran y sonríen con ternura, yo también lo haría si fuera ellos; tengo a una bebé hermosa y muy carismática a mi cuidado.

No sé como, pero Julián se convertirá en un padre responsable.

...
Estrellita porfis
Muy mala la actitud del yulian.

Papá- Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora