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Argentina

Renata.

Finalmente pisamos tierra Argentina y soy más que feliz, ya extrañaba mi patria y estoy emocionada de poder estar acá con Zoe.

Odio volar, es tan largo y tedioso.

Nos quedaremos en el departamento que tiene Julián acá, ya que está en una zona exacta para nuestras comodidades y necesidades. Estoy acomodando algunas cosas y las demás que se queden en la valija, total ya viajaremos de nuevo.

—Che Renata, los chicos están organizando un asado — llegó Juli a la habitación con su celular en manos.

A Julián le han dado un día para que descanse antes de concentrarse con la selección Argentina, pero como ésta manga de pelotudos no se cansan, están organizando un asadito.

— ¿Vamos a llevar algo nosotros?— dije.

—No sé, creo que ya está dividido todo— dijo Julián.

—Pero no da ir sin nada Julián—odio ser invitada a un lugar y no llevar nada.

—No es necesario llevar nada— se tocó el cuello— Por que pueda que, eh, el asado lo hayan organizado especialmente para nosotros.

—¿Qué?— dije.

— Quieren conocerte a vos y a la nena— dijo— Están emocionados por la nueva bebé de la scaloneta y nada, por que ya "senté cabeza".

—¿ya saben que soy yo la que cuida de Zoe?— pregunté curiosa, pues yo nunca le dije a nadie y no se si el habrá dicho algo.

—No, solo Enzo sabe— dijo y bajó la voz— te voy a presentar como mi mujer y la mamá de Zoe, Renata.

—Vos estás loco, de verdad — alcé la voz— Por más que te diga lo que opino vos no entendés y haces lo que querés.

—¿Y qué querés que haga, Renata?— habló fuerte— Te pareces a Zoe, la cuidas y conoces incluso mejor que yo.

>> No puedo llegar de la nada y decir que la dejaron en la puerta de mi casa y que yo no sabía de su existencia hasta ese día, mucho menos decir que ni se quién es la madre biológica de la bebé.
Por favor, ayúdame en esto Ren.
No podría pedirle a nadie más su ayuda, confío en vo'.

Aghh, lo odio. Odio que me ponga en esta situación. ¿Qué hago?
Es solo un favor, uno complicado pero se que necesita el apoyo de alguien y que mejor que yo, la mina que lo odiaba hasta hace unos meses atrás.

Te quiero mucho Zoe, que conste que hago esto por vos.

—Bien, pero— frené y vi un atisbo de sonrisa en su rostro— no te zarpes Julián y pone de tu parte también.

—Gracias, gracias, gracias— me abrazó fuerte por la cintura— se van a re sorprender cuando vean que sos vos.

—Y sí, mantengamos la misma historia que con tu familia— dije— más de uno no se va a creer del todo esto, no son tan tontos.

(...)

Vamos de camino al lugar a donde será el asado, es la casa de Otamendi.

El camino fue totalmente silencioso por parte nuestra, Zoe balbucea de vez en cuando y se entretiene con su alrededor.

— ¿Estás bien?— preguntó Álvarez.

—Sí, todo bien ¿por qué preguntas?— lo miré concentrado sosteniendo el volante.

—No sé, estás seria y pensativa— me miró rápidamente.

—Estoy bien, solo estoy tratando de mentalizarme para ser la mejor actriz— dije con un dejé de ironía.

Papá- Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora