-¿Porque estoy aquí?-
-JA! Nisiquiera necesito una razón, simplemente me encanta ver la desesperación de esta patética gente ¡es deliciosa!... Además, no me vendría mal una licencia que me facilite matar-
La de cabellos crema parecía no estar agotad...
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"Porque no importa si aun soy débil, no voy a dejar que alguien patético me gané" ° ° ° ° °
EL SILENCIO DEL AMBIENTE era algo tan abrumador, algo incomodo para la de ojos azules, no soportaba un silencio tan tenso.
Hasta el momento solo habían cinco personas, sin contarla a ella Y Claude, pero lo que más la incomodaba era la atenta mirada del payaso sobre ella, le erizaba la piel, su simple presencia era aterradora.
Ahora se encontraba sentada en el suelo con claude con ella, ambos sentían la mirada del payaso qué a diferencia de los demás participantes los miraba de una manera oscura, una qué te podría hacer temblar a cualquiera, de no ser porque Claude estaba ahí, muy probablemente Michiko hubiera gritado por el miedo que le generaba.
Pronto sintió como el ambiente se tenso aún más al ver como el payaso se levantó de su lugar, haciendo que tanto el payaso como ella se tensaran en su lugar, Mich por el miedo y Cualde porque quizás el pelirosado ya había descubierto su plan.
Los pasos de Hisoka resonaban por el lugar, caminando hasta encontrarse cerca de la muchacha y el oso, ambos mencionados levantaron su vista hacia el payaso quien se encontraba frente a ellos, Michiko quería corres hacia a cualquier dirección para escapar, más este les regalo una sonrisa "amistosa".
—sabes, me encanta tu cabello — dijo Hisoka con un tono que ella no sabría describir — lo cuidas mucho ¿cierto? Brilla precioso — este acercó una de sus manos al cabello crema de Michiko, tomando unos mechones entre sus dedos y jugando con este, la menor tembló levemente.
—¡Yo me encargo de cuidarlo! —respondió el oso acercando si brazo hacia la mano de Hisoka, quitándola de el cabello de la femenina — peinarlo es realmente un lío. —
— me encantaría peinarlo —ahora la mirada de Hisoka se posó sobre Michiko quien solo miraba atenta —¿me lo permites? —
Michiko sabía que incluso si se negaba, el encontraría su propio camino y terminaría haciendo lo que quisiera, por lo tanto acepto.
— adelante —
Claude lo notaba, Michiko tenía miedo y por más que quisiera alejar las manos del payaso de su niña no podia arriesgarse a armar una escena, no aun.
Las manos delgadas del payaso viajaron por los largos mechones de la femenina, el oso en un intento de aligerar la tensión soltando una de sus coletas y empezó a pasar sus afelpadas manos por por el cabello de Mich quien seguía tensa, Hisoka solo disfrutaba de ver el terror que le causaba a la más joven, pues esto lo podría usar a su favor en algún momento.
