Sergio observaba con amor la escena, sintiéndose agradecido por la familia que habían formado juntos.Por fin tenían a su honrado bebé. En ese momento íntimo, Sergio se sintió abrumado por la felicidad y el amor que compartía con Max. ¿Quien era para...
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Un milagro inesperado.
LAS EXPLICACIÓNES A FINALES DEL PEQUEÑO-CAPÍTULO ✓
Desde un comienzo, hasta un final, ¿no?
Su respiración se entrecorto sudando, sus manos temblaban y las gotas de lagrimas salían de sus ojos llegando al puente de su nariz deslizándose, mientras miraba la prueba de embarazo en sus manos, no ahí visto todavía si estaba con dos rayitas o con una. Los mechones de su cabello estaban pegados a su frente y sin duda, estaba más que nervioso, asustado.
Apoyo su cabeza hacía atrás, apretando la prueba de embarazo y respiro con calma tratando de quitar los nervios pero con nada era capaz. Había perdido dos veces, un bebé, no quería que está fuera la tercera perdida.
─ ¿Maxie?─ , habló bajo un castaño atrás de la puerta, apoyando su frente en está.─ ¿Está todo bien adentro? ¿Puedo pasar, por favor?
El Neerlandés suspiro y se paro abriendo la puerta viendo como su esposo lo miraba con miedo y anhelo. El Mexicano se acerco rápidamente agarrando con cuidado la mandíbula de su rubio, levantando con cuidado y luego pasando sus mejillas acariciándolas.
─ ¿Y? ─ , susurro roncamente, abrazando al Neerlandés quien empezaba a llorar correspondiendo al abrazo, temblando.─ ¿No has visto, verdad?─ , pregunto acariciando la espalda, el rubio negó sollozando con fuerza y apretando la ropa de su marido.
El mexicano agarro la mano donde llevaba la prueba de embarazo, suspiro con pesadez y la vio. Abriendo los ojos de par en par.
Dos rayitas, positivas.
─ ¡ Mi amor, lo hiciste!─ , arrulló a su rubio, quien se sorprendió y se alejo con cuidado pero rápido cogiendo la prueba de embarazo.─ ¡Tendremos un bebé, un bebé, oh amor!
La alegría los lleno ambos, el menor por su parte seguía llorando no por dolor, si no por alegría ahora, tendía un bebé está embarazado de su esposo Sergio, por fin. Después de tanto, por fin llego el momento de un bebé.
