𝐗

658 63 0
                                    

✦✦✦

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✦✦✦




Max miró a sus bebés, Sassy, Jimmy y su nuevo cachorro, observando cómo se miraban con curiosidad. El cachorro movía la cola de un lado a otro, olfateando a los gatos, quienes también estaban intrigados.

─ ¿Crees que se llevarán bien, eh? ─ preguntó el rubio a su amigo Lando, quien asintió emocionado.

Lando sonrió ampliamente, observando la interacción entre los animales.

─ Claro que sí, Max. Se ven muy curiosos y amigables, ─ respondió con entusiasmo, acariciando la cabecita del cachorro.─ Solo necesitan un poco de tiempo para acostumbrarse unos a otros.

Max asintió, relajándose un poco al ver que sus mascotas comenzaban a familiarizarse.─ Sí, tienes razón. Me alegra tenerlos a todos aquí, será genial verlos crecer juntos.

Lando puso una mano en el hombro de Max, apretando con calidez.─ Y seguro la bebé también disfrutará de tener tantos amigos peludos alrededor. Este es un hogar lleno de amor, y eso es lo más importante.

El rubio sonrió, sintiéndose reconfortado por las palabras de su amigo.

Max soltó al pequeño cachorro, quien corrió rápidamente hacia los gatos. Al principio, los gatos se erizaron, pero pronto se calmaron y comenzaron a jugar con el perrito. Max y Lando rieron al ver la escena, disfrutando de la interacción divertida entre los animales.

Mientras los animales se conocían y jugaban, en la cocina se libraba una batalla divertida. Lando y Max estaban ocupados con los animales en la sala, sin notar el alboroto que Sergio y Daniel estaban armando.

Sergio carcajeó cuando se abalanzó hacia Daniel, quien intentaba sujetarlo mientras ambos jugaban de forma brusca. El ruido de su lucha amigable llenaba la cocina, pero pasaba desapercibido para sus esposos, quienes estaban concentrados en la interacción entre los gatos y el cachorro.

─ ¡No puedes ganarme tan fácilmente! ─ exclamó Daniel, riendo mientras intentaba zafarse del agarre de Sergio.

─ ¡Eso lo veremos! ─ respondió Sergio con una sonrisa, intentando mantener su dominio en la "pelea".

Daniel sujetó a Sergio por la cadera y lo arrojó contra uno de los muebles de la cocina, produciendo un sonido sordo. Sergio, sin perder tiempo, se aferró al cabello de Daniel. Daniel, en respuesta, hizo lo mismo, aferrándose al cabello de Sergio.

─ Suéltame, ─ murmuró Daniel, su voz apenas un susurro en el tenso silencio que llenaba la cocina. Solo se escuchaban las respiraciones entrecortadas de ambos.

─ No, suéltame tú primero y ya, ─ respondió Sergio, su tono desafiante pero juguetón.

El silencio se llenó de tensión mientras Sergio y Daniel continuaban forcejeando, sus rostros a escasos centímetros, gruñendo en su lucha por ganar. De repente, en un movimiento rápido, se soltaron el cabello y se abalanzaron de nuevo el uno sobre el otro.

𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎 𝐁𝐄𝐁𝐄́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora