Lumila
La expresión de Vladimir me hace sentir culpable. Pero mi corazón aún late con fuerza y la sensación de miedo que me había invadido al ver al hombre furioso tirar de mi hacia la habitación.
No habia traído buenos recuerdos.
— Yo...— Aprieto los labios, sin saber realmente que decir, puedo ver que lo he herido al reaccionar con miedo, sin embargo los años de abuso por parte de Jadhe habían hecho más mella en mi de lo que me gusta admitir — Lucías molesto — Es todo lo que consigo decir.
— Yo nunca...nunca te haría daño, Lumila — Dice, aún manteniendose distante, indeciso sobre si acercarse o no.
Cubro mi rostro con mis manos, sontiendo mi cuerpo entero temblar, los recuerdos de la última vez que Jadhe me había tomado a la fuerza molesto invadiendome. Sé que Vladimir no me habría hecho daño, pero aunque no había entendido completamente la conversación con su madre, los gritos y la forma en que él y su hermano se habían puesto frente a frente...Cuando me tomó por el brazo para tirar de mi hacia la habitación, me había sentido transportada a todos esos años en los que viví aterrada del hombre al que llamaba mi marido.
No sé cuanto tiempo pasa hasta que finalmente soy capaz de mirar a Vladimir de nuevo, el hombre se ha dejado caer en el suelo, con la espalda apoyada en la puerta de la habitación mientras me mira fijamente, no estoy segura de qué significa du expresión, pero está llena de emociones.
Y sus ojos están lígeramente húmedos.
Sintiendo el corazón apretado por la culpa, me incorporo, buscando su cercanía.
Cuando había despertado en los brazos de Vladimir esta misma mañana, las cosas habían parecido tan...diferentes. Más brillantes, más esperanzador. No voy a mentirme a mi misma, la idea de ser tratada xon la misma dulzura y ternura que Vlad había usado durante la noche, la forma en que incluso cuando era evidente que estaba excitado, había sido completamente respetuoso y atento.
Me había hecho sentir jodidamente bien.
Así que al despertar, me había sentido optimista con respecto a darle una oportunidad al asunto de lo 'nuestro' y ya que su familia creía que estabamos juntos, no había visto problema en seguir la corriente e intentarlo.
Sin embargo, el tema de mi embarazo parecía haber tocado una fibra sensible, y ver a Vladimir cabreado de esa forma había sido...una sorpresa.
Sin embargo, ahora, mientras veo la expresión derrotada de Vlad, sé que probablemente de haber entendido la conversación completa mo reacción sería diferente. Él estaba defendiendome de su madre, no imtentando lastimarme.
Vladimir me recibe en sus brazos cuando hago mi camino hasta él. Sentándome entre sus piernas y rodeandolo con mis brazos en un intento de consolar una herida que no estoy segura de haber provocado. Incluso si lo he lastimado con mi reacción hacia él. Siento que hay algo más que le ha afectado.
— Tuve un mal recuerdo — Explico, tomando su mano grande y apoyandola sobre mi vientre, sonriendo al sentir la ligera patada en mi enterior — Se que tu no nos lastimarías — aseguro.
Vladimir me había defendido de Jadhe una vez. E incluso si siguera con vida, sé que lo seguiría haciendo siempre.
— Antes de ir a la India, juré que nunca tendría una familia de nuevo — Dice Vladimir con voz ronca luego de lo que se siente como una eternidad
— ¿De nuevo? — Pregunto mirandolo con sorpresa, pero tan pronto como hago la pregunta, lo comprendo. La forma en que Vladimir era con los hermanos de Harold, el columpio oxidado en el patio trasero.
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Maldita Promesa - A Hoffman Story
RomanceUna noche. Un beso. Fue todo lo que bastó para sacudir su mundo entero, una simple caricia y había caído completamente en los encantos de la mujer. Solo tenía que conseguir que ella le creyera. Lumila estaba embarazada, recién divorciada y con el c...