Cuando la puerta de la habitaicón se cierra tras él, mi cuerpo entero se siente repentinamente frío y tembloroso, llevo de forma casi involuntariamente mi mano hacia mis labios, y no puedo evitar sonreir ligeramente, porque ese pequeño beso de despedida se había sentido...bien.
Sé que mi petición había sido sorpresiva, incluso para mi. Pero la forma en que Vladimir acarició mi cuerpo, besando cada parte de mi piel, adorandome mientras me daba una mirada completamente llena de deseo, como si fuera la única mujer en la tierra...Me hizo sentir...poderosa.
Pero el caos del exterior había definitivamente cortado cualquier cosa que pudiera pasar esta noche. Preocupada y algo alarmada por el hecho de que el hombre ha salido disparado evidentemente con intención de ayudar a resolver lo que sucede en el exterior, me incorporo, haciendo una lígera mueca de dolor cuando mi bebé se mueve en forma de protesta, aparentemente despierto ahora, busco mi ropa y me visto tan rápido como puedo, tomándo además un abrigo y un par de botas que había comprado especificamente para no morir de frío en el exterior, no sé en qué momento el hombre había movido mis cosas, pero todas mis maletas parecían estar ahora en la habitación, lo que me hacía sentir algo nerviosa con respecto a...lo que sea que estaba sucediendo entre nosotros.
Hay un momento repentino de silencio y luego un segundo estallido. Seguido de el familiar sonido de la electricidad al cortarse, y finalmente, la terrible oscuridad que invade literalmente todo el espacio. Escucho un par de gritos y voces alrededor, pero me obligo a mi misma a tranquilizarme, solo es un poco de oscuridad, no pasaba nada.
- Lumila - Llama Olena, una de las hermanas de Vladimir, que entra a la habitación, iluminando mis pies con una linterna, suspiro aliviada - ¿Estás bien? Parece que viste un fantasma
Aprieto los labios, y me obligo a caminar hacia ella
- Solo me tomó por sorpresa - Admito, siguiendola, sus hermanas están en la sala, encendiendo velas mientras que la madre, que me lanza una mirada irritada, finalmete se digna a hablar en mi dirección.
- Tu, chica, ve atrás y busca leña para una fogata - Ladra, luciendo satisfecha consigo misma.
Levanto una ceja, porque no solo es más que evidente que hablaba inglés a la perfección, y ha podido comunicarse conmigo todo el tiempo, sino porque realmente piensa que podrá conmigo. Sobrevivi a mi madre y a Madha. Esta mujer no será oponente para mi.
- Si desea leña, puede buscarla por usted misma - Informo, aferrandome a mi abrigo y ganándome un par de miradas sucias, la mujer aprieta la mandíbula violentamente, y no contenta con mi respuesta, acaricio mi vientre - Vladimir jamás permitiría que me ensucie las manos - añado antes de pasar a su lado y salir por la puerta principal, sintiendo mi corazón latir con fuerza, fingir dignidad y altaneria es una especialidad adquirida en la corte, incluso Radha había aprendido finalmente a darse a respetar.
Sin embargo, puedo escuchar a la mujer gritar algo que probablemente es una obscenidada, seguido de una pequeña discusión entre madre e hijas, pero no me permito mirar hacia atrás, intentándo no pensar en el hecho de que tal vez, esta mujer y sus tres hijas son el Karma que he de tolerar por el tratamiento injusto que mi madre, Madha, Jasne y yo le dimos a Radha durante toda nuestra vida.
En el exterior, hay un pequeño caos, ha habido una especie de accidente, sin mencionar que se ha cortado la electricidad, por lo que me sostengo con firmeza a la baranda de las escaleras, intentando discernir que estaba sucediendo.
Personas habían salido de todas partes, y puedo ver lo que aprece un coche de aspecto destrozado, un par de niños lloran asustados, y un arbol ha caído de lado encima de una de las paredes laterales de una casa, un pequeño fuego estaba siendo apagado por un par de hombres, las personas habían comenzado a sacar linternas y a reunir leña para hacer una especie de fogata en uno de los jardines.
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Maldita Promesa - A Hoffman Story
RomanceUna noche. Un beso. Fue todo lo que bastó para sacudir su mundo entero, una simple caricia y había caído completamente en los encantos de la mujer. Solo tenía que conseguir que ella le creyera. Lumila estaba embarazada, recién divorciada y con el c...