OUTSIDE | Charlos

C. Visita

Charles se encuentra solo en su habitación, rodeado de lujos y comodidades que ahora le parecen vacíos y sin sentido. Mira a su alrededor y siente un profundo vacío en su interior, preguntándose qué sentido ha tenido todo esto. Se siente atrapado en un mundo que no reconoce como suyo, lejos de su hogar y de todo lo que alguna vez amó.

Durante la semana que ha pasado en el castillo, se ha sumergido en los preparativos para la boda, ocupándose en los detalles sin importancia mientras descuida su verdadero hogar. A medida que las horas pasan y la boda se acerca, la sensación de desesperación lo consume por completo.

Busca la compañía del príncipe Carlos, pero parece que este se ha esfumado o se ha escapado de él de alguna manera. Charles pregunta por sus horarios y rutinas, pero no encuentra rastro de él en ninguna parte. Se siente abandonado y solo, anhelando la calidez y el consuelo que solo la presencia de Carlos puede ofrecerle.

Estar con Sergio durante el día se ha convertido en una carga cada vez más pesada, sintiendo la presión de cumplir con las expectativas de todos. Se ve obligado a fingir una sonrisa y a actuar como una cara bonita para el público, mientras su corazón se retuerce de dolor y tristeza en su interior.

Las noches a su lado son aún más difíciles, cuando se ve obligado a complacer cada deseo y capricho, sacrificando su propia felicidad en el proceso. Se siente atrapado en un ciclo sin fin de responsabilidad, sin encontrar ningún sentido en todo lo que está sucediendo.

La pérdida de su madre ha sido un golpe devastador, haciendo que cuestione todo lo que alguna vez creyó y deseó en la vida. Se pregunta si realmente vale la pena seguir adelante con el plan de matrimonio, si alguna vez podrá encontrar la felicidad en este nuevo mundo al que ha sido arrastrado contra su voluntad.

Con el corazón pesado y el alma en agonía, Charles se prepara mentalmente para enfrentar el día de su boda, sin esperanza y sin consuelo. Sabe que no hay escapatoria, que es demasiado tarde para dar marcha atrás. Por la mañana, su destino estará sellado para siempre, y él se verá obligado a aceptar un futuro que nunca deseó ni imaginó para sí mismo.

Después de haber reflexionado en su soledad, se encuentra en su habitación, abrumado por la sensación de desesperación y resignación. De repente, escucha un suave golpeteo en la puerta y su corazón da un vuelco. Al abrir, se encuentra con Carlos, su mirada llena de preocupación y determinación.

— ¿Carlos?.— Murmura Charles, sorprendido por su presencia, mirando cada lado del pasillo.

— No hay nadie por aquí cerca.— Responde el príncipe con voz suave pero firme.— Necesitaba verte. Tenemos que hablar.

Charles asiente, invitándolo a entrar en su habitación compartida con Sergio. Se sientan en silencio por un momento, cada uno perdido en sus pensamientos.

— Charles, sé que las cosas han sido difíciles para ti.— Mirándolo con compasión.— Pero quiero que sepas que no estás solo. Estoy aquí para ti, pase lo que pase.

Charles mira a Carlos con incredulidad, sorprendido por su sinceridad.— ¿Por qué está aquí, príncipe? ¿Por qué siempre arriesga tanto por mí?.

— Porque te quiero, Charles.— Dice cansado.— Y porque sé que no puedes casarte con Sergio si no es lo que realmente quieres.

Charles se queda sin aliento, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.— ¿Cómo puedes decir eso? ¿No entiendes que ya es demasiado tarde? Ya está todo listo para la boda, no hay vuelta atrás.

— Escúchame.— Insiste, tomando su mano con suavidad.— No es necesario que te cases si no lo deseas. Hay otras opciones, podemos encontrar una manera...