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Solo toma mi mano y nunca la sueltes
Mi amor
Ellos son los cazadores, nosotros somos los zorros
Y corremos
Cariño, conozco lugares donde no nos encontrarán
- I Know Place (Taylor Swift)

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Si al iniciar la semana alguien le hubiera dicho que terminaría en un coche completamente alcoholizado perdido en una carretera de Corea con destino a quien sabe dónde mientras cantaba canciones de despecho, posiblemente se hubiera reído de esa persona, lamentablemente ahora esa era su realidad.

-No quiero caer de nuevo en esa foto, de locuraaaa, de hipocresía totaaaal. - grito prácticamente. - ¿Quién puede hablar del amor y defenderlo? ¿Qué levanté la mano ponor favooor? Pudreteeee Charles Lecler. – grito mientras le daba otro trago a la botella de soju que llevaba consigo.

-Vaya, quien hubiera imaginado que el gran matador Carlos "todas mías" Sainz podría llorar por un neonato. - escucho la burla del mexicano.

-Mira quien lo dice, la misma persona que se la paso llorando por el suyo el año pasado. - contraatacó el español.

-Touche, tu gana está batalla Carlitos.

- ¿Estás seguro de que no quieres?, después de unos tragos ya no sabe tan mal. – volvió a ofrecerle a su amigo.

-Completamente, aparte te recuerdo que estoy manejando. - le hizo notar Checo sin quitar la vista del camino. - Tú disfruta todo lo que puedas, porque te tocará a ti conducir de regreso. - lo amenazó el mexicano.

-A veces eres demasiado aburrido, pero lo acepto solo porque eres tú. – dijo mientras le daba otro trago a la botella. - ¿Falta mucho para llegar? Ya no siento el culo, amigo.

-Puede que eso sea por el alcohol. - dijo el pelinegro mientras reía. - pero según el GPS dice que estamos a quince minutos, quizás diez si piso un poco el acelerador, así que no, no falta mucho.

-Está bien, puedes volver a subirle a la música, aún tengo mucho que sacar. - vio su amigo volvía a subir el volumen de las bocinas mientras aceleraba.

Efectivamente no era lo que imaginaba, pero no estaba tan mal, de hecho, no podía imaginar un mejor panorama después de todo lo que había pasado en su última carrera.

Unos minutos más tarde el coche se detuvo frente la bonita cabaña en dónde se supone pasarían los próximos días, agradecía que estuviera en medio de la nada, así ningún medio que podría reconocerlos, terminaría en banca rota si seguía despilfarrando dinero para evitar que ciertas imágenes terminarán en internet y pidieran armar un escándalo, aparte de que no quería comprometer la privacidad de su amigo, podía entender la libertad que se obtenía al estar en el anonimato, no supo en que momento las lágrimas se volvieron a acumular en sus ojos y el sentimiento de tristeza empezó a recorrer todo su cuerpo como una suave caricia, como las caricias de... maldición ¿desde cuándo las emociones eran tan complicadas? ¿Acaso estos no eran problemas de adolescentes? odiaba el sentimiento de derrota y abandono, sin duda quería morirse.

- ¿No sé si estás entrando en una nueva fase de miseria o estás planeando un asesinato? - dijo Checo mientras se asomaba por la puerta del coche. - Pero debes bajar grandulón, hace frío aquí afuera y ya no estoy en edad para sobrevivir a un resfriado. - vio cómo su compañero le extendía su mano para ayudarlo a bajar.

-Jajá, vamos entremos rápido o los dos vamos a terminar enfermos. - le siguió la broma mientras sentía como el aire frio lo golpeaba en la cara y veía al más bajo batallando con abrir la puerta.

-Seria lo único que nos falta dijo el mexicano cediéndole el paso al interior de la cabaña, debía admitir que el ambiente era acogedor, daba un aire de intimidad reconfortante y los pétalos de rosas eran muy románticos, espera ¿pétalos de rosas?

- Vaya Chequito, sabía que eras un romántico, pero no esperaba esto, solo espero que puedas aceptar que yo sea el que vaya arriba. - dijo mientras tomaba la botella de champagne que se encontraba al final del camino.

-Yo, yo, no sé qué es todo esto, quizás nos equivocamos. - pudo notar como su amigo se ruborizaba y se sentía un poco mal por lo que estaba a punto de hacer.

-Tranquilo Sergio, es bueno saber que tengo un amigo dispuesto a todo para consolarme. - se acercó al más bajo juntando sus frentes. - Prometo que te trataré bien...- acaricio la mejilla del mexicano y se inclinó lentamente, podía sentir el aliento del contrario, quizás estaba más borracho de lo que pensaba, porque no supo en qué momento todo se desvaneció.

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Seguía mirando su taza como si ahí se encontraran las respuestas a todos sus problemas, apenas había salido de la ducha rápida que tuvo que tomar después de que Carlos le vómito y cayo prácticamente inconsciente, en ese momento hubiera preferido lidiar con el inminente beso, dios debía concentrarse eso no era lo importante, debía recordar por qué habían terminado en esa cabaña en medio de la nada y alejada de todo, en unas horas tendría que lidiar con el corazón roto y el sentimiento de miseria que enfrentaría el español, ¿que se supone que tendría que hacer? ¿habría algún tutorial en internet para ayudarlo? ¿debería darle el número de su terapeuta? ¿debía preparar el desayuno? demasiadas cosas lo estaban agobiando, quizás lo que ahora necesitaba era dormir, después de ese largo caminó en carretera estaba agotado, todo el trabajo se lo dejaría al Sergio del futuro el sabría cómo manejarlo. Se dirijo hasta la sala y empezó a acomodar el pequeño sofá hasta que el tono de su celular lo interrumpió.

-Hola, habla Pérez-. respondía intentando sonar lo menos cansado posible.

-Buen día señor Pérez, disculpe que las molestias que pueda causarle, me comunico del departamento de relaciones públicas de NISSAN, sé que nos había mencionado que pensaría la propuesta que le habíamos hecho hace unas semanas, pero solo me comunicaba para saber si ya tiene alguna respuesta. - le dijo la voz del otro lado de la línea.

-Ohm, si asa, yo aún sigo considerando la propuesta.

-Entiendo, en verdad todos esperamos que pueda unirse a nosotros en este proyecto señor Pérez, sería un completo honor para todos los involucrados.

-Sí, yo puedo entenderlo, ¿pero no si puedan darme unos días mas? tuve un problema personal y estoy un poco ocupado en este momento. - dijo mientras se costaba en el silloncito.

-Por supuesto, estaremos encantados de atenderlo cuando quiera, muchas gracias por su tiempo quedamos al pendiente para cualquier cosa. - escucho el clásico pip que le indicaba que la llamada había terminado.

Joder, tenía demasiadas cosas en la cabeza, pero ahora lo importante era su amigo. Necesitaba ayudar a Carlos a procesar sus emociones, demostrarle que no estaba solo y disfrutar del viaje improvisado sin que ninguno muriera en el intento. Después de todo, eso le platicaría sobre el nuevo drama que se quería instalar en esta sitcom que él llamaba vida. Aunque podía apostar el apéndice de su amigo a que este le diría que no fuera un imbécil y aceptara la oportunidad que le estaban ofreciendo para regresar a las pistas, de volver a subir al podio y de pelear un campeonato. Un sentimiento de nostalgia lo recorría. Recordó por qué aún no había aceptado aquella oferta: no se sentía listo para averiguar si había superado todos los fantasmas del pasado. El miedo latente de fracaso era más fuerte que la emoción de volver a sentir la adrenalina corriendo por su sistema. Su inseguridad se hacía más grande conforme la idea de volver a enfrentar esos ojos azules se hacía más palpable. Dio un suspiro pesado. Quizás sí estaba siendo un imbécil, pero había acordado que todo eso serían problemas para el Checo del futuro. Ahora todo lo que quería era dormir.

KARMA (Cherlos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora