Checo se alejó junto a Ocon, sintiendo una mezcla de alivio y nervios. Nunca esperó que la oferta de un café resultara tan atractiva. Sabía que no podía evadir a esos dos para siempre, pero mientras, disfrutaría de darle un trago de su propia medicina a Sainz.
Caminaron hacia el coche en silencio, a un ritmo tranquilo, relajado e indiferente ante todo lo que acababa de pasar. Checo no pudo evitar preguntarse si el otro no cuestionaría nada.
—¿No vas a decir nada sobre lo que pasó? —preguntó Checo, rompiendo el silencio.
Ocon sonrió de manera traviesa, mirando de reojo a Checo.
—¿Es algo de lo que quieras hablar? Porque sinceramente parece que preferirías comer tierra a decirme algo sobre la mierda que tienen esos dos.
Checo dejó escapar una risa leve.
—Sí, tienes razón... Gracias por intervenir, por cierto. No sé cómo hubiera manejado eso solo.
—No hay de qué —Ocon le lanzó una mirada significativa—. Ahora vamos por ese café, porque en verdad me vendría demasiado bien.
Mientras se dirigían al café, Checo se permitió hablar de trivialidades con el francés. Sus años como compañeros no habían sido los mejores, no se volvieron amigos tampoco después de separarse, pero esto, de alguna forma, se sentía correcto. A pesar de su duda, Ocon le brindó un poco de tranquilidad, una que no había tenido en mucho tiempo.
En el café, Ocon y Checo se acomodaron en una mesa cerca de la ventana. El aroma del café fresco y el ambiente acogedor ayudaron a formar un ambiente tranquilo. Mientras esperaban sus bebidas, Checo decidió hablar nuevamente.
—¿Sabes? —comenzó Checo, mirando su taza de café con introspección—. A veces siento que tú y yo dejamos ir la oportunidad de ser mejores compañeros. Quizás pudimos ser amigos.
—
Esteban Ocon, despreciado tanto por los fans como por el desgraciado en turno que hubiera tenido la suerte de ser su compañero, no era una mala persona. De hecho, era de las pocas personas decentes que podías encontrar en la parrilla; solo tenía un muy mal sentido de competitividad.
Nunca había sentido la necesidad de disculparse o intentar empezar de nuevo con cualquiera de sus excompañeros. De alguna forma, le agradaba esa fama; le daba un aura intimidante. Entonces, ¿por qué estaba haciendo esto con Checo?
Sinceramente, ni él lo sabía, pero después de escuchar esa declaración en la que Checo dijo que preferiría volver a ser su compañero que el de Max, algo en él se removió. Un poco de ego mezclado con orgullo, pero también algo de miedo. No era muy común escuchar sobre los problemas internos de alguna escudería; generalmente, cada quien prefería mantener su basura en su lugar. Pero había pequeños momentos en los que algo se lograba escapar, como por ejemplo que uno de los pilotos de Red Bull estaba teniendo constantes ataques de ira y comportamientos que rayaban la obsesión por su excompañero. No había que ser un genio para saber de quién hablaban.
Para ser sinceros, no le sorprendió; era conocimiento general que Checo era de los mejores compañeros que podías tener. Vio a Lance mover cielo, mar y tierra por volver a tenerlo a su lado. Nico, a veces, se ponía nostálgico y hablaba de sus tiempos juntos. Incluso él (aunque nunca lo aceptaría en voz alta) tuvo su crisis post-Checo.
Pero ahora, sentado frente a él en ese pequeño café, no podía evitar preguntarse ¿Por qué tenía que importarle tanto lo que pensara Checo?, ¿Por qué sentía la necesidad de redimirse, de ser mejor? ¿por qué esto se sentía como una oportunidad, como una señal?.
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KARMA (Cherlos)
FanfictionDespués de una serie de sucesos complicados y un secreto compartido con sus compañeros de equipo Checo y a Carlos se sumergirán en una otra serie de eventos complicados mientras deciden darle otra oportunidad al amor. Max y Charles no tienen idea de...