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Sabes que eres bueno cuando incluso puedes hacerlo
con el corazón roto.
-I Can Do It With a Broken Heart (Taylor Swift)

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Una mierda. Esa era la descripción más precisa que le daría a su vida después de ser consiente de todo el cúmulo de problemas que estaban tocando su puerta.

Primero un choque del que no está muy seguro si fue un accidente que le provocó un esguince en el brazo que lo dejo incapacitado por tres semanas condenado a llevar un estúpido cabestrillo hasta nuevo aviso y por, su frustración era palpable pero totalmente controlable ante todo eso, pero su vida no podía ser tan fácil, claro que no.

Carlos había decido contribuir con una serie de excusas sobre quedarse al lado de Lando como el buen amigo-hermano-figura de autoridad que al parecer el cree que es y reduciendo su interacción a pequeñas verificaciones visuales de que seguía vivo lo cual había arruinado todos sus intentos para poder hablar sobre lo que había pasado en Mónaco, lo cual sumaba otra capa de frustración.

Tampoco podía ignorar el reciente adquirido habito de Yuki y Lance de no despegarse de él y "cuidarlo" como si fueran una pareja divorciada compartiendo la tutela de su único y preciado hijo, incluso cuando sus agendas no ayudaban mucho a eso George se metía en la ecuación como si fuera una niñera o su tío, no sabe con exactitud cuál de las dos ideas es la menos perturbadora.

Pero aun así agradecía su compañía porque eso lo distraía de los jarrones llenos de tulipanes que llegaban a la puerta de su habitación todos los días cortesía de un admirador secreto que de secreto no tenía nada, al menos no para él, porque esos arreglos tenían el nombre Max Verstappen grabado en cada pétalo, había olvidado el grado de estupidez que podía llegar a tener Max.

Volvió a mojarse el rostro con la dificultad de solo hacerlo con un brazo, era malditamente molesto, pero sentir el agua fría recorre su rostro, contrayendo algunos pequeños músculos cerca de su mandíbula y sin las preguntas de seguridad de sus jóvenes amigos le relajaba más de lo que hubiera podido imaginar alguna vez.

— Luces como una mierda. —genial, justo lo que necesitaba: que alguien le recordara cómo se sentía justo cuando ya estaba empezando a superar eso.

— Me siento así, así que tiene sentido que luzca de esa manera.

— Vaya, cuánta dureza para un ex compañero con el que estás dispuesto a volver a correr.

— Que seas ligeramente menos imbécil que Max no cambia mucho las cosas, Ocon. —dirigió su atención al francés que estaba apoyado en la pared, observándolo minuciosamente como si buscara algo más aparte del pequeño moretón cerca del pómulo.

— Fue un gran susto... es bueno ver que sigues en una pieza. —apreció un poco la pequeña broma; era algo refrescante después de una semana en la que no hacían más que mimarlo y tratarlo como si una brisa lo fuera a matar.

-Si a mí también me alegra estar completo, aunque el brazo no lo hace me la pone tan fácil.

— Pero tienes a tus pequeños retoños pegados a ti; imaginaba que ellos te facilitaban un poco la vida. —le dijo con total burla en su voz.

— Son algo asfixiantes a veces. — Ocon lo miró levantando una ceja con curiosidad. —No lo malentiendas, me agrada su compañía y sí facilitan mucho las cosas, pero... actúan como si me fuera a morir si me dejan solo.

— Bueno, tampoco puedes culparlos. Te extrañaron demasiado tiempo y no sabes lo que pasó por sus cabezas en esos momentos... todo fue demasiado rápido. —dijo soltando un suspiro. —Lo que me extraña es no ver a Carlos pegado a ti; hubiera jurado que él sería el último que se hubiera separado de ti.

KARMA (Cherlos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora