When Emma falls in love (Traducida)

Cangrejos

Capitulo treinta y uno
Taylor

3 de junio de 2017.

Desde que Emma se mudó allí, los días de grabación en el estudio parecieron incluso más largos que antes. Algo en saber que estaba esperando que regresara a casa hizo que los minutos pasaran como horas, pero todo estuvo bien cuando llegó a casa con Emma. Cada vez ella corría y besaba a Taylor en los labios antes de envolverla en un abrazo y quedarse así por unos minutos. No importaba lo que estuviera haciendo, la reacción siempre era la misma.

Hoy, cuando llegó a casa, Emma no estaba en la sala, la cocina ni el dormitorio. Taylor abrió la puerta de la única habitación en la que Emma pasaba mucho tiempo y la encontró sentada junto a un lienzo que poco a poco se había ido convirtiendo en una réplica del primer beso de una pareja en una boda. Estaba mirando de un lado a otro entre los lienzos. y una fotografía impresa que estaba pegada en la pared junto a ella. Llevaba unos voluminosos auriculares de color rosa que hacían casi imposible escuchar otra cosa que no fuera lo que se escuchaba a través de ellos, dejando la oportunidad perfecta para que Taylor se acercara sigilosamente detrás de ella.

La cabeza de Emma giró alrededor del segundo en que los brazos de Taylor la rodearon. La mejor parte de días como este fue el momento en que Emma se dio cuenta de que Taylor estaba en casa y todo su rostro se iluminó. "¿Qué tan apegado estás a esa camisa?"

"No mucho. ¿Por qué?" Taylor miró hacia abajo y se encogió de hombros. Emma no respondió. En lugar de eso, rodeó a Taylor con sus brazos y le sacó el aire en un abrazo. Puede que ahora tuviera manchas rosas y amarillas, pero no le importaba. "Esto va bien. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en ello hoy?"

"Pocas horas. Desde el almuerzo, creo".

"¿Comiste algo? Puedo prepararnos algo de cena".

"Lo hice, pero la cena estaría deliciosa. ¿Qué cocinarás?"

"En realidad mentí. No voy a cocinar".

Emma la miró fijamente durante un minuto antes de decir algo. "Bueno, puedo hacer algo. O podemos recoger algo. ¿Para qué estás de humor?"

"Realmente quiero este restaurante a unas cuadras de aquí. Tienen un pastel de cangrejo increíble. Te juro que es el mejor pastel de cangrejo que jamás hayas comido".

Emma sacó su teléfono y comenzó a buscar restaurantes cerca de ellas tratando de descubrir de cuál estaba hablando Taylor, pero no encontró nada. "¿Cómo se llama? Puedo llamar y ordenar si me dices lo que quieres".

"En realidad estaba pensando que podríamos ir allí a comer".

"Oh. Quieres salir a comer. ¿Estás segura?"

"Estoy ciento trece por ciento segura. Tienen una habitación donde estaremos solo nosotras dos pero podemos salir a comer". Emma asintió lentamente y Taylor aplaudió como una colegiala mareada. "Estoy muy feliz de que hayas aceptado porque ya hice la reserva. Será muy divertido. No he comido en un restaurante en mucho tiempo".

"¿A qué hora es la reserva?"

"Dentro de una hora."

"¡Taylor! No puedes hacer planes para la cena y no decírmelo hasta una hora antes, tengo que prepararme".

"Sólo hazlo así. Ya te ves perfecta". Taylor sonrió y la abrazó de nuevo.

"Pequeña descarada que habla dulcemente. Muévete y déjame prepararme para que no parezca que estoy apareciendo en algún restaurante elegante con un mono pintado".

Taylor comenzó a reírse tan fuerte que tuvo que rodearse el estómago con los brazos. "¿Que acabas de decir?"

"Ya me escuchaste. Cállate y muévete." Taylor vio cómo Emma se alejaba, sólo para que ella gritara segundos después. "¿Qué diablos se supone que debo usar, Tay?"