𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗔𝗧𝗔𝗥𝗗𝗘𝗖𝗘𝗥 | Enzo Vogrincic

001

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ENERO, 2021
Los Angeles, California.

Lucia

El sol se filtraba por las cortinas de mi habitación, despertándome con un cálido resplandor. Era uno de esos días en los que el desayuno sabía mejor en casa de mis padres, Disfrutaba de esos momentos familiares, por eso siempre que podía venía, amaba estar con ellos y hablar de las casualidades de la vida, pero esa mañana mis padres habían llamado primero, me pidieron que fuera, asegurando que era algo importante.

───Pásame los platos───le pedí a Javi, mi hermano, mientras tomaba un poquitín de todo de la mesa. Si algo amaba más que el cine, era la comida.

Con el aroma a desayuno impregnado en el aire, mi papá habló───Lulu, mi pequeña lulu, adivina quien ha llamado ───dio una pausa para que hablara, como si yo supiese la respuesta───Bayona ha llamado preguntado por ti y nos ha dicho que quiere hablar seriamente contigo───anunció con una chispa de emoción en los ojos

¿Bayona? Bayona el amigo de la familia, ¿el director de las mejores películas del mundo? ¿Qué tendría que ver él conmigo? Trate de mantener la calma, pero por dentro mi corazón ya latía con fuerza.

───¿Y para que quiere hablar conmigo?───evito mostrar mi emoción por la repentina noticia.

Mis padres compartieron miradas cómplices───Eso no te lo podemos decir lulu... tendrás que hablar con el, llegó anoche a Los Angeles, ya le hemos dado tu número y el te avisará.───Lejos de saciar mi curiosidad, ese comentario la avivó más.

───¡Ya, ya! Déjense de misterios y comamos, que muero de hambre───interrumpe el bobito de mi hermano, poniendo fin a mi suspenso.

El resto de la mañana transcurrió normalmente, pero sin dejar mi mente en paz, ¿qué quería Bayona de mi?

...

Pasaba las publicaciones de Instagram con desinterés, no había nada interesante el día de hoy, solo unas cuantas fotos de changuitos que me recordaban a mi hermano.

Coco se revolcaba a mi lado, maullando para que le rascara la pancita...; ah perdónenme, olvidé contarles de Coco, a coquito lo adopté cuando tenía 4 meses de nacido, al pobrecito lo habían encontrado abandonado en la playa, maldita la gente que deja a seres tan puros abandonados.

Una notificación me distrae de mis pensamientos, un número desconocido había aparecido en mi pantalla, seguramente era Bayona, mi estómago sintió un cosquilleo, el chismesito siempre ha sido mi favorito, y saber el porqué quería hablar conmigo me daba mucha curiosidad.

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Número Desconocido

¡Hola hola lucy! Supongo que tus papis
te han avisado ya, ¿te parece ir por
un Starbucks a Santa Monica?

Sisi, me comentaron un poco,
¿A las 2 te queda?

Por supuesto que si, nos vemos en
un rato.