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MARZO, 2021
Uruguay

Enzo

Otro atardecer empezaba a sonar por las bocinas del auto, nuestras miradas se encontraron a los pocos segundos, sentía haber visto esos lindos ojos marrón claro en algún lado, esa mirada tan suave y tierna la había visto antes, lo podría jurar.

Un pequeño remolino se formó en mi estómago ¿qué era eso que sentía?

A los pocos segundos Matías nos interrumpió, me había perdido tanto en ella que me olvidé que era yo el que manejaba, rápidamente dirigí mi mirada al frente, perdiendo esa conexión con ella.

¿Porqué sentía esto?

...










"No se que pasó, que me perdí en tu mirada"












...

Tomaba fotos del lugar, mi pasatiempo favorito era tomar fotos, fotos de aquello que quería que quedara en mi para siempre, de eso que me hacía feliz.

Pronto me concentre en ella, estaba tan linda, parada en medio de todo, tenia una sonrisa en su rostro, ella siempre llevaba una sonrisa, una sonrisa tan genuina que era imposible que no se te contagiase.

Tomé una foto de ella, quería guardar esa sonrisa para siempre, quería recordar aquella sonrisita tan pegadiza que amaba, ni siquiera sabía porque, pero lo hacía.

A los pocos segundos comenzó a posar, seguí tomando fotos de ella, la apreciaba cuadro por cuadro, no lo podía negar, era linda.

...

Comenzaba a ver como todos corrían en una pelea de arena, me divertía de verlos, todos unos locos aventándose cosas. Tan distraído estaba que no vi a Lucia acercarse a mi y aventar un montón de arena encima mío

──¡De esta no te salvas lucia!──Le grité antes de comenzar a perseguirla por todo el lugar

No la atraparía, parecía una pequeña niña con mucha energía, no se cansaba, y yo ya comenzaba a cansarme, pero no la dejaría salirse con la suya, así que me aventé a ella, a los segundos caímos uno encima del otro, solo comenzamos a pelear y disfrutar del momento.

Encima de ella lograba ver sus rasgos más de cerca, su risa tan descontrolada al haber caído me hizo reír, tanto que mi estómago dolía.

──Basta basta, me duele el estomago de reír──le pido que pare, pues ella era la razón de mi risa.

Cuándo se calmó, seguía debajo de mi, solo la miraba a los ojos, apreciaba aquel brillo que tenían, ese brillo tan sincero que transmitían sus ojos, no lo niego, me daban ganas de besarla, pero apenas la conocía, no era lo correcto.

Por unos segundos todo se paró, sólo éramos ella y yo, ambos uno encima del otro debido a aquella broma, solo ella y yo riendo de lo sucedido, solo nosotros en aquel bello atardecer.

...

Me secaba el pelo, acababa de salir de la ducha, todos veníamos tremendamente sucios de arena, incluso en lugares que no me gustaría mencionar.

Su risa sonaba en mi mente, no paraba de sonar aquella dulce risa, no paraba de pensar en ella.

Esas miradas me tenían loco, ¿que significaban? ¿Porqué sentía esto? No es cualquier sentimiento, no es amor, es una sensación diferente, ¿Acaso era ella?

No, no lo puede ser.

Sacudí mis pensamientos y mire las fotografías que tomé, aprecié aquel cuerpo tan lindo, definitivamente amaba como se le veía aquel bañador azul.

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Algo corto lo se, pido perdón.

Ya van para las 200 viewsss, que lindoo, poco a poco vamos creciendo 🤍 !

No olviden dar estrellita, ¡kisses!

𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗔𝗧𝗔𝗥𝗗𝗘𝗖𝗘𝗥 | Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora