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ABRIL, 2021
Uruguay, Montevideo

Lucia

──¡Otra vez!──gritaba Bayona por el megáfono, teníamos que volver a repetir la escena──Necesito que se activen chicos──Matias me volteo a ver con cara de cachorrito triste, le gesticulo con mis labios un "tú puedes" provocando una pequeña sonrisa en su rostro.

Recién empezábamos a grabar la escena donde los chicos jugaban un partido, nos encontrábamos en una cancha de rugby y ellos vestidos con el uniforme de los old chistians.

Aquí Diego Vegezzi le pasaba la pelota a Matías, ya había fallado el pase unas 7 veces, el pobre estaba agotado.

──¡Acción!──grita Bayona, las cámaras comienzan a grabar.

"Dale Roberto" gritaba diego, y toda la producción se ponía atenta a aquel pase que daba, esperando que esta si fuese cachada por el castaño.

Por suerte, lo fue, célebre silenciosamente, no quería interrumpir la escena. Matias corría con su vida con el balón, empujando a todos los del equipo contrario, aquí entraba diego nuevamente, gritando que pasase la pelota, y del otro lado Agustin Pardella, esperando el pase. Acorde al guion, Matias debía de pasar en alto lo dicho e ir por su cuenta, mientras los demás gritaban que pasase la pelota, causando que el equipo pierda.

──Corte──dice Bayona con una sonrisa ──Matias te ha salido perfecto, sabía que podías──todos nos dedicamos a aplaudirle, celebrando su maravillosa recepción del pase.

El castaño se acerco a mi, empapado de sudor queriéndome dar un abrazo

──Aléjate Matias que te pego──le grité corriendo de el, para colmo el corriendo detrás de mí. Poco después el tonto me agarra y me llena de sudor, secándose en mi.

──¡Eres un cerdo Mati!──le digo asqueada, tenía todo el sudor de el en mi ropa, y a esté riéndose de lo sucedido.

...

Ibamos de camino al próximo lugar de grabación, esta vez Enzo venía a mi lado, todos íbamos en camiones diferentes y yo me encontraba en el mismo que el de el.

──¿Qué tal Uruguay?──me pregunta rompiendo el silencio

──Es lindo, muy diferente a Los Ángeles, hasta pienso en quedarme a vivir acá la verdad──le comento

──Ojalá que no, así no te tendré que ver todos los días──me bromea, causando que le de un empujón con el hombro

──Mejor así, te podré molestar todo el tiempo, yo se que te encanta estar conmigo──ahora el me empuja

──Que tontita, la que va a estar encantada eres tú.

──¡Encarando estos dos!──Nos grita un tercero, inmediatamente volteamos a ver y se encontraba el rubio carita tierna, seguido de otros que empezaron a silbarnos como pajaritos

──¡Deja a los tórtolos Fran!──esta vez era Blas, el muy cagadito.

Les volteo los ojos y me regreso a lo mío, evitando mirar a Enzo.

𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗔𝗧𝗔𝗥𝗗𝗘𝗖𝗘𝗥 | Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora