Capitulo 2.- Agrupados.

284 41 90
                                    

Todos se levantaban ya de sus mesas, la velada había terminado y les habían comunicado que tenían que proceder a irse a sus habitaciones para descansar ya que al día siguiente tenían que continuar con los entrenamientos.

Luis se quedaba todavía junto al lado de André, caminando a paso lento rumbo a la habitación de "la Culebra" a charlar un poco más antes de dormir. Las habitaciones eran compartidas, debido al tema de que eran demasiadas personas contando a todos los jugadores y los miembros del staff, en tan sólo un hotel de varios pisos que no eran los suficientes cómo para que cada uno tuviera habitación propia.

André compartía cuarto con Santiago Ormeño, que también había llegado hace pocos días de su país natal, México. Ya eran varios jugadores del extranjero que optaban por jugar en la selección al tener la doble nacionalidad, de algo servía un poco de apoyo para probar nuevas estrategias.

-Oe, Gallito, trae el Uno para jugar un rato.-

Hablaba André, lanzándole una media.

-Perame wey, no quiero perder mi racha de 60 días en Duolingo, ahorita termino porque ya va a ser medianoche.-

El clásico sonido de la aplicación se escuchaba desde el celular del delantero, que se le veía totalmente concentrado ignorando las indicaciones de su cercano amígo.

André bufó, buscó por si sólo el juego de cartas y repartió el mazo entre los 3.

-Oe Luchín, Cacao, ¿ya reaccionaste? ¿Tas consciente?-

André chasqueaba los dedos cerca de la cara de Luis.

-Si mano, ¿Por qué o qué?-

Este le fruncía el ceño sin comprender la razón de aquella pregunta.

-Te veo y parece que traes cara de baboso. Si no fuera porque lo disimulas bien, diría que estás ruborízado.

Rió, Santíago también le siguió las risas pero luego le lanzaron una carta de 🚫.

-Fuera oe, ¿yo por qué estaría ruborízado? Huevón.-

Intentaba defenderse el ótro ante las acusaciones de su nerviosismo.

-Digo nomás, chapate 4.-

Lanzó la carta André.

-Tu vieja, Ormeño chapate 6.-

Lucho lanzó un +2.

-Así no se juega we.-

El juego iba a tardar un poco.

Mientras tanto, un par de habitaciones más al fondo, se encontraba el joven danés, recién ingresando a aquél lugar en el que iba a poder descansar después de cenar y beber junto a sus nuevos compañeros, sentía una muy buena conexión entre Paolo y Carlos y le agradó la idea de sentirse bien acogido.

Aunque igual estaba en modo de perfil bajo, no quería llamar la atención más de lo que ya lo había hecho por las noticias y las fotos que se tomaba antes y durante el encuentro en la cena.

Solamente quería dar lo mejor de sí y ganarse más el respeto de sus compañeros, para tener una mejor calidad al momento de jugar representando los colores de aquél país; que aún le resultaba un poco desconocido con respecto a costumbres, más allá de las historias que le contaba su abuela.

Apagó las luces, se sentía agotado mentalmente por la presión de: "la primera impresión tiene que ser buena". Y simplemente se enrolló en las cobijas que tenía su cama.

Entonces, una rísa se escuchó cerca del pasillo, dando a entender que alguien se acercaba a la habitación, la manija sonaba y la puerta estaba siendo abierta. A quién ingresó a la habitación no le importó encender las luces y se lanzó de golpe hasta su cama, rebotando un poco y asustando a Oliver por todo el movimiento brusco.

-Oe, Callens, ¿Desde cuándo has bajado de peso?-

La voz que le pertenecía al famosísimo Rayo se escuchó en todo el eco de la habitación, dicho aquello, Oliver encendió la lámpara que había sobre el velador y gracias a aquella luz opaca se pudo apreciar un poco más el rostro de cada uno.

La expresión facial de Advincula cambió repentinamente, de estar riéndose a estar sorpresivo.

-Ay Chu... ¿Oliver?-

-¿Siii...?-

-¿Esta es tu habitación?-

Se levantó rápido del colchón y encendió la luz principal que alumbraba todo el espacio cerrado.

-Pero esta es la mía, ¿No hubo una confusión? Creí que me tocaba con Callens y...-

-Paolo y Carlos eeeeeh... me trajo, here... Aquí.-

Lucho puso sus manos sobre su cintura, pensando un poco sobre la situación inesperada debido a aquél cambio de último momento. Entonces esta vez no le tocaba al mismo de siempre, sino que ahora iba a compartir la habitación con quién menos hubiera esperado. Decidió apagar la luz para recostarse en su cama quitándose la casaca y las zapatillas.

¿Lo qué más podría preocuparle? La comunicación.

Y tal vez, sólo tal vez, la extraña sensación que sentía cuándo Oliver lo miraba a los ojos aún con el brillo más tenue del foco de aquella lámpara,

-Good morning, bro...-

-Good night, hahaha. Good night.-

Oliver le corrigió, Lucho no le tomó mucha importancia pero se rió junto a él.

Esa risa que escuchó por última vez antes de que esos ojos se cerraran y el rostro de Sonne quedara inexpresivo, concluyendo que el cansancio podía más que el desvelo de Luis, quién sentía un poco de insomnio con sólo tener al danés ahí junto a él. Aún quizás en la oscuridad, la ventana de la habitación dejaba pasar el débil brillo que emitía la luna, y que caía sobre el rostro de Sonne.

El Rayo le dio una última ojeada antes de que sus párpados también se cerraran y cayera en un sueño profundo el cuál no recordaría hasta varias horas después cuándo la habitación ahora era iluminada por los rayos del sol.

¿Lo primero que vio al despertar? El rostro tan blanco del extranjero. Se encontraban a unos 3 metros de distancia, pero los ojos de Luis parecían 2 lupas analizando a detalle las facciones del rostro de Oliver.

Hasta que entonces, él otro también se despertó, haciendo contacto visual que se volvió un poco incómodo disimular para Lucho.

-Ah... Ja, ¿Ahora si Good Mornin'?-

Rió un poco nervioso.

-Buenos... días.-

¿Por qué le estaba sonriendo ahora?

¿Quién sonríe así al momento de despertar?

¿Por qué esa inocencia en alguien nuevo le robaba toda la atención al experimentado futbolista?

En ese momento sólo sabía una cosa.

Le gustaba la sonrisa del chocolate blanco.

Look At Me; I Love You. | Luis Advincula × Oliver Sonne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora