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me dejé caer sobre mi cama. Por fin estabamos de vuelta, habia extrañado tanto mis cosas
amaba viajar, no me malentiendan, pero también extrañaba mi hogar. Lisandro imitó mi acción y se acomodó del lado contrario de la cama
— me tendría que bañar —bufé
— los dos nos tenemos que bañar después de ese viaje —dijo agotado
— es verdad. —giré mi torso para verlo— Cuando me dijiste que te ibas a ver a tu familia?
— no se. Creería que el miércoles y vuelvo el sábado —estabamos en lunes— por qué? ya querés saber cuándo poder traer al otro?
— no, para saber cuándo me libro de vos —acerqué mi rostro al suyo y le di un pico
— nunca —sonrió y estiró su mano para apartar algunos mechones de su pelo— No te gustaría venir? así te presento a mi familia
aquello me puso nerviosa, me daba cosa el solo hecho de imaginar que pueda salir mal
— seguro? —mordí mi labio inferior— y si no les gusto?
soltó una pequeña risita y asintió
— sos una piba hermosa, muy dulce, generosa, amorosa... —acarició mi labio inferior con su pulgar— y si, aún así, no les gustas, no me importa. Sos mi novia, y futura mujer, yo soy quien tiene que gustar de vos. Deja de hacerte la cabeza amor, les vas a caer re bien, haceme caso
— eso espero Li
— qué? no me crees? —sonrió y su vista bajó a mis labios
— mm... tendria? —relamí mis labios
— yo digo que si, nunca te mentí —sujetó mi cuello
me acercó y unió nuestros labios en un largo beso. Del cual tuvimos que separarnos por falta de aire
— creo que me convenciste —reí levemente
— normal —guiñó el ojo
me levanté de la cama y busqué ropa en mi vestidor. Ver mis vestidos me dio ganas de salir, hace mucho no lo hacía, además necesitaba algún desestresante, sin contar lo sexual
Licha se recargó en el marco y me miró de brazos cruzados
— ya te vas a bañar? —admiró un poco mi ropa
— si. Después de un viaje largo es lo mejor, me ayuda a relajarme —me acerqué
— te acompaño. Mira si te pasa algo —dijo con falsa inocencia
— si, obvio. Va a entrar un ladrón por el baño —exageré
