𝖩𝖴𝖫𝖨𝖤𝖳𝖠 𝖠𝖨𝖬𝖠𝖱
por fin habiamos regresado a casa de unos largos días en el hospital y con una beba hermosa y sana. La cesárea duro unas seis largas horas y después me quedé unos días más por control y demás
Lisandro estaba hecho un baboso con la bebé, nuestra hija, su princesa. Le hablaba, la llenaba de besos, la hacía dormir, me ayudaba cuando tenía hambre la nena, me atendía más de lo normal. Todo un dulce mi futuro marido
— yo, la verdad, estoy para dormirme una siestita con mi mujer —besó mi hombro— ahora te puedo abrazar completa —rió suavemente contra mi piel
— qué te pasa? —me reí peleandolo— me dijiste gorda, Lisandro?
— jamás, nunca en la vida. —me abrazó— Ahora que la beba está bien y afuera de tu cuerpo, podemos ir pensando en nuestro día especial. Tenes algunas ideas? —me guió a la habitación abrazada
— no mucho. Quiero colores blanco y dorado, platos argentinos para comer... —me senté en la cama admirandolo desde abajo— vos?
— me imaginé a mi hermosa mujer —acarició mi mejilla— vestida de blanco, con un hermoso vestido, un atardecer en la playa, nuestras familias y amigos... Yo seguramente llorando de lo preciosa que estas —besó mi frente
— en la playa? no amor. No puedo usar tacones en la playa —se recostó a mi lado— y los zapatos se te pueden llenar de arena
— vamos descalzos. Es nuestra boda Ju, nosotros la inventamos como queremos —acarició mi cabello mientras me apoyaba en su pecho
— seguro? —hice puchero
— si. Yo solo quiero que vos seas mi mujer, no me importa el festejo. Quiero firmar los papeles, tener anillos, empezar con nuestro futuro —suspiró— Tenemos unas cuantas cosas por vivir juntos todavía
— si, ya se. Pero vamos a empezar de a poco, tenemos toda la vida —sonreí— Ahora aprovechemos a descansar, la beba esta dormida
— o podemos hacer otra cosa... —sonrió ladinamente
— no se puede todavía —negué— En un tiempito si, dame descanso
— el que necesites —me abrazó— Yo te espero siempre, toda la vida
— uh, me acordé que iban a venir mis viejos la semana que viene —recordé
— la con... —murmuró— tu papá me va a sacar a la nena
— no seas papá tóxico. Van a ser unos días nomás, además Enzo y Juli también la quieren conocer, más adelante seguro vienen un rato —avisé— Por ahora, quiero estar tranquila en casa y con mi familia
— mjm, yo también —cerró los ojos— después de tantos días en el hospital, me hace bien estar en casa de vuelta
— si —cerré los ojos
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para que sigase acerca el finalllll
con amor
L—