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mis papás llegaron cerca del mediodía, por ende tuvimos toda la mañana para estar juntos con Lisandro y la beba, ya que ambos sabiamos que nos la iban a robar apenas llegaran
— hola Emi —saludó mi papá— que gordita tan hermosa —besó su mejilla
la bebé lo miró y estiró su mano para tocar la cara de su abuelo
— nos la llevamos a pasear un ratito así los dejamos solos —avisó mamá
reí ante la cara de Lisandro y les alcancé el carrito para que la lleven
— no la tengan mucho en brazos, si no se acostumbra —los reté
los acompañamos hasta la puerta y me despedí de ambos. Licha sujetó mi cintura y apoyó su mentón en mi hombro
— viste? te dije que me la iban a sacar —se quejó
— Lis —llamé
— qué amor?
— estamos solos —mordí mi labio inferior
apenas termine de decir aquellas palabras, él ya me había cargado en su hombro y se dirigía a la habitación
solté una risa ante su rápida reacción y me sujete como pude para no caerme, aunque sabia que el no me dejaria hacerlo
me dejó sobre la cama y no tardó mucho en atacar mis labios ferozmente, demostrando que él era quien dominaba en estos momentos. Una de sus manos acariciaba uno de mis muslos y la otra estaba a un lado de mi cabeza sirviendole de soporte
los besos bajaron hacia mi cuello provocando que el calor se vaya extendiendo por todo mi cuerpo
llevé mis manos dentro de su remera acariciando su definido torso pero un dolor en la cicatriz de la cesárea se hizo presente. Mi quejido alertó a Lisandro quien me miró preocupado
— Ju, te hice mal? perdoname —se disculpó
— no amor, no es por vos —saqué mis manos de su remera y apoyé los codos sobre el colchón para apoyarme— me duelen los puntos todavía
sonrió un poco y plantó un beso en mi mejilla
— no nos apuremos. Sabes que yo te espero, si? —me apoyó— Ya se, aprovechemos a acostarnos juntos, dormir un rato o ver una serie juntitos. La nena nos saca tiempo de amor —mordió mi mejilla delicadamente
lo empujé por el pecho y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Él era tan dulce y bueno conmigo que simplemente se me hacía muy de ensueño
— seguro? no te molesta que no hayamos podido... estar juntos, desde hace tiempo?
— no, yo se que las ganas están pero lo principal es tu bienestar. Incluso si no tuvieras ganas también estaría bien. Lo respeto y te respeto, gordita hermosa —se acomodó a mi lado abrazándome
— te amo mucho, sabías? —acaricié su corto cabello
— si, y yo también te amo muchisimo, mi loquito —reí dulcemente
estoy muy enamorada de mi vida actual, de mi relación, de mi familia...
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