𝖩𝖴𝖫𝖨𝖤𝖳𝖠 𝖠𝖨𝖬𝖠𝖱
la siguiente semana a su partida, un lunes por la mañana, me desperté con la horrible noticia de que Lisandro se había lesionado. Entre asustada y preocupada, compré y tomé el primer vuelo a Manchester que encontré
estuve todo el vuelo ansiosa, no podía dejar el pie quieto. Por si acaso le avisé a mis papás y a Cristian para que fuese quien me espere
sin esperar contestación tuve que apagar mi celular por ende no sabía si mi amigo me había respondido o no
para mi maravillosa suerte, en el momento que pise tierra británica lo ví parado con una gorra tratando de no ser reconocido y una campera deportiva del United, suponía era de Licha
me saludó y sujetó mis mejillas notando mis nervios, me habló un tiempo explicándome la situación y buscando calmarme. La verdad que era lo que necesitaba, además de ver a mí novio y corroborar por mi misma que no era tan grave
— por favor, llevame a lo de Lisandro —pedí más calmada
asintió y me ayudó a llevar mi valija
— pareces re cansada Juli, dormiste algo?
— no, no pude. Ahora a la noche seguro descanso, a menos que caiga sin darme cuenta
— vamos, dale —me abrazó por los hombros con su brazo libre— Después... te quiero contar algo —sonrió
— qué es? —lo miré
— después te digo, ahora centremonos en tu varoncito —se burló y metió la valija al auto
toqué suavemente la puerta y caí en la realidad de que, nunca le avisé que venía. Ni siquiera le respondí los últimos mensajes que habia enviado
— Cristian, la concha de tu hermana. No me puedo levantar, pasá
mi amigo abrió la puerta por mí y entro primero
— bueno che, encima que te fui a buscar un regalito —bufó el morocho
— regalito? me robas hasta la ropa gato —se rió— Qué trajiste a ver?
se hizo a un lado dejándome a la vista de mi novio. Su rostro divertido cambió a uno de sorpresa, sus ojos brillaron y lentamente una sonrisa adornó su rostro
me acerqué a él y lo abracé con cuidado de no aplastarlo, ya que estaba acostado en el sillón con el pie vendado
— sos una pelotuda. Me hiciste asustar —se aferró al abrazo
— vos! —le pegué suavemente— cómo me vas a dar la noticia así —lo reté
— pero si te dije bien —se defendió
— no. Me pusiste, de la nada, "me lesioné, estoy yendo al medico". —fruncí el ceño— Qué opinas vos Cuti? —busqué apoyo en mi amigo
— ah, no. Ni idea —dejó mi valija al lado de la puerta— Yo ya me voy, suerte. Portense bien, cuidame a mi novio y no le quieras hacer cosas raras —se despidió antes de salir
Licha tomó mi muñeca e intentó acercarme más, haciendo que quede sentada sobre él. Me abrazó por la cintura e hizo piquito para que le dé un beso
— villero o pollera? —lo jodí
antes que pudiese quejarse sujeté su rostro y le di un beso no muy largo, sin embargo al separarme dejó varios besos cortos en mis labios
— te extrañé un montón amor, no te vayas nunca —escondió su cara en mi cuello aún abrazándome
acaricié suavemente el cabello de su nuca y suspiré. Ojalá poder estar siempre con él pero también tenía a mi familia allá, no quería estar lejos de mis papás
— yo también te extraño muchísimo. Y eso que apenas fue una semana —reí levemente
— por fin voy a dejar de dormir solo y con frio —habló contra la piel de mi hombro dramatizando
voten y comenten
para que sigacon amor
L—