𝖩𝖴𝖫𝖨𝖤𝖳𝖠 𝖠𝖨𝖬𝖠𝖱
me extrañe ante la paz que había en casa, sabiendo que constantemente Lisandro corría de acá para allá con la nena, quién hace no mucho había aprendido a gatear
claramente el accionar de su papá la divertía y causaba que la beba quede tentada acostada boca abajo en el piso y él haga monadas para que continúe riéndose porque, según él, le encantaba la risa de su hija
cada vez que lo decía, no dudaba en que había elegido al hombre correcto para mí y para formar una familia
solté un largo bostezo y me estiré en la gran cama vacía. Me senté aún algo adormecida y me saqué las sábanas de encima
aproveché el momento y me tomé mi tiempo para hacerme el skincare completo tranquila mientras escuchaba música de mis artistas favoritos del momento
no se cuánto tiempo estuve frente al espejo del baño dando conciertos y tour's mundiales imaginarios hasta que, finalmente, termine todo
me di una corta ducha para terminar de despertarme, me sequé, me cambié y bajé a la cocina yendo a prepararme el desayuno
mientras me servía el yogurt, saqué el celular del bolsillo de mi jogging y revisé mis notificaciones, entre ellas las de Lisandro avisando que se llevó a Emilia con él al club
me quedé mucho más tranquila que antes de leer eso y termine de preparar mi desayuno. Yogurt, cereales y algunas frutas en un pequeño bowl a parte
al mediodía, ambos se aparecieron por la puerta principal, mientras yo terminaba de prepararles el almuerzo. Había tenido una mañana atareada entre la limpieza y hablar con una empresa que me había ofrecido un contrato para realizar fotos para un producto, más un video comercial
— llegamos —avisó mientras escuchaba sus pasos acercarse
— estoy acá —les dije
— que rico olor —exclamó feliz asomandose con la nena
saludé a mi hija, quien apenas reaccionó me dedicó una sonrisa, y la cargué dandole un fuerte abrazo
— y para papá no hay nada? —se quejó
— no, por haberme robado a mi hija —lo pelee
sujetó mi cintura con una mano acercándome y plantando un corto beso en mis labios
— nuestra hija —resaltó— se portó muy bien hoy. Le aplaudió a papá y todo —felicitó
le hice una mueca a la nena y ella se abrazó a mí soltando un bostezo. Le pedí que continúe con la comida mientras yo la hacía dormir, obviamente aceptó, pues como siempre, el es bastante servicial conmigo