Malentendido

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Esteban lamentó demasiadas veces haber sido tan atrevido como para adentrarse en el palacio ese día.
No había tenido problemas con los guardias pues ya era conocido y pensó que de cruzarse a la família real simplemente les explicarían que quería hablar con el príncipe acerca de algo relacionado al taller de artes.
su idea, alimentada por una ilusión tonta y enamorada, era sorprenderlo con el cuadro que le había encargado.

Sabía que era importante para él y no podía esperar a verlo feliz, con sus hermosos y profundos ojos verdes iluminados.
Sin embargo, el sorprendido había sido él mismo, y no de un buen modo.

Al subir hasta la recámara de Francisco escuchó con mucha claridad la voz de éste y la de alguien más.

-¡Juan! ¡quiero que te vayas en este instante!

-por favor, no es necesario un escándalo

Seguido por la curiosidad, y también por los celos, el pintor abrió la pesada puerta de roble solo para encontrarse a Fran arrinconado contra una pared y delante suyo al hijo del gobernador que había conocido en la fiesta.

Al escuchar la puerta ambos se separaron y lo miraron.
Los ojos de Fran se batian entre el alivio y la felicidad.
los de Juan, en cambio, ardían.

-¿que se ha creído usted? ¡retirese inmediatamente!-le gritó Juan

Fran avanzó hasta él y tomó el cuadro.
efectivamente Esteban pudo notar como sus ojos brillaban de emoción

-es absolutamente perfecto, es...maravilloso

-¿le contaste al pintor sobre nuestro campo de margaritas? ¡que príncipe más atrevido!

Esteban lo miró y aunque no tenia demasiada información su corazón se comprimio un poco

-queria...entregarselo, su alteza, perdón el atrevimiento...

-Esteban...

-nos vemos-le dijo antes de reverenciar e irse casi a toda marcha.

●●●

La puerta de madera sonaba haciendo que toda la casa amplifique los ecos.
Esteban estaba sentado en su mullido sofá bebiendo una gran taza de té, omitiendo los golpes, los ladridos del perro y los llamados escandalosos del príncipe

-¡por el amor de dios! hace frio aquí afuera

-entonces deberías irte

-¡por favor!

Esteban no quería abrir, pero le preocupaba que Fran enferme, después de todo quería protegerlo.
Abrió la puerta sin ganas y un poco de bronca, encontrándose con un príncipe que parecía sumergido en la angustia

-necesito explicarte...

-no es necesario que me expliques nada-le dijo dejandolo pasar

-no digas eso

Esteban cerró la puerta y ambos avanzaron en la sala. Tintín que solía ser alegre parecía entender la tensión, asi que se quedo muy quieto en el sofá moviendo la cola sin ánimos.

-¿era por eso, no? el dibujo de las margaritas, querias recordar lo que vos y él...

-¡no! ¡claro que no! Esteban, Juan no es nadie para mí

-como digas

-es por mi hermano, de hecho...-dijo llevándose la mano a uno de sus bolsillos, pero Esteban lo detuvo

-¿si estás...si tenes algo con el hijo del gobernador, que por supuesto, es más poderoso que yo, entonces porque...

Fran se acercó hasta él para poder mirarlo a los ojos, y empezó a explicarle con toda la sinceridad de su corazón.

Alteza: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora