Un príncipe con el alma en pena, un pintor intentando consolarlo y un pequeño perro que poco sabía lo que sucedía a su alrededor volvieron a casa algunos días más tarde.
Fran había tenido la ilusión de que el viaje seria una especie de vacaciones junto al hombre que amaba, pero con la noticia de la muerte de su hermano mayor sus ánimos estaban por los suelos.
El viaje en barco duró poco menos que el anterior y llegaron a tierra firme cuándo la ciudad era azotada por un verano que no daba tregua.
-bueno, creo que aquí nos separamos-dijo Esteban con ternura. Fran estaba mejor, había pasado un mes bastante angustioso pero se recuperaba rápido.
-¿podría ir a tu casa antes que al palacio? necesito que hablemos de algo en privado.
Esteban aceptó y atravesando el bosque llegaron a la pequeña y pintoresca casa que, después de varios meses sin ser habitada, necesitaba ventilación.
-aún no puedo creer que este muerto-dijo el príncipe sentándose en un sofá
Esteban preparó dos tazas de té considerablemente grandes y se acercó a él
-lo lamento mucho,mi amor
-la muerte de Antonio me ha dejado pensando bastante
Esteban lo miraba con curiosidad. Antonio había muerto en el invierno después de una enfermedad agresiva y repentina.
había dejado solas a su mujer y a su bebé que aún no llegaba al año.
-lo sé, cariño, es terrible
-yo no quiero que me pase algo así
-no, claro que no, en ese tipo de países las enfermedades son más normales, aquí tenemos...
-podría morir en cualquier momento, Esteban, puedo morir porque estoy vivo,todo lo que vive muere
-de acuerdo...
-y no quisiera que si la muerte me encuentra mañana, pasado,en veinte años o cuándo ella quiera me encuentre siendo alguien que no deseo ser
Los intensos ojos verdes miraban los de Esteban con un amor tan incontenible que parecía detener en el tiempo.
el príncipe le tomó las manos con las suyas y las acarició con el pulgar.
-si me voy a morir quiero hacerlo a tu lado, no en el palacio...
-Francisco...
-no siendo alguien que no deseo ser. quiero que me escuches y que me aceptes.hoy mismo haré el anuncio...
-Fran, te pido que lo pienses bien...
-renunciaré al trono y vendré a buscarte, nos iremos a donde desees y empezaremos una vida juntos...
-podrían matarnos por algo asi
-pero moririamos juntos, no es momento para ser cobardes, te pido que me aceptes
Esteban estaba aturdido.
su corazón palpitaba fuerte y el miedo lo invadía.
sin embargo vivir una vida junto a ese maravilloso hombre resultaba tentador
-de acuerdo
Fran sonrió y se inclinó para poder besarlo
-vendré por vos y nos iremos, y todo va a ser perfecto
Esteban acarició su rostro y besó su frente, con miedo o sin él seguiría adelante, no era momento de ser cobardes.
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El príncipe llegó al palacio siendo recibido con gran júbilo y felicidad, pese a que todo el reino estaba sumergido en una espesa oscuridad.
Las malas noticias parecían no cesar.
Su hermano Salvador había sido gravemente herido en una de las cruzadas a las que adoraba asistir, y había fallecido de una fuerte infección.
A raiz de aquello su padre, el rey, estaba en cama desde entonces, sufría una complicada enfermedad que afectaba a su corazón.
Fran ,afligido, entró en la recámara del rey y tomó su mano
-lamento mucho todo esto, padre, lamento no haber estado
el rey sonrió y acarició su rostro
-hijo mio, llegaste
-aqui estoy
el rey intentó acomodarse y empezó a toser, había sangre en las sábanas.
-ahora Francisco, sin tu hermano, sos el príncipe heredero...
-padre, no hables, eso no importa ahora
-y no me queda mucho-le dijo mirandolo a los ojos-vas a ser el rey, Francisco, todo será tuyo
Fran cerró los ojos intentando apagar las voces de su mente, estaba más atrapado que nunca.
