CENITY

46 4 0
                                    

Mi subconsciente me ha llevado de la mano a perderme en tus ojos por millones de veces.
Y mi sonrisa al verte, en el estrecho imaginario de mis sueños, me tientan a amarte nuevamente.

Si supieras que todavía te veo como un ángel correrías a besarme. Y sin las dudas en mis manos, mi corazón te lo entregaría por completo.

No hay porqué esta vez en mis dudas más sagradas. Porque ya no tengo miedo. El miedo se fue, y ya solo me queda tu sonrisa, mientras te veo dormida en el tren de Navona.

Podría tomar tu mano para siempre y despertarte cada día en la quincena que viajo contigo, porque la paz corre lento en mis segundos de paz. Y el caos se marcha justo cuando tus ojos miran mis ojos.

Y en tu infinita sonrisa. La cálida amarilla del sol. La pálida fresca de la piel de Acuario. El abrazo de un mundo agradecido. El sonido de los miles de millones de años.

Y el tambor del lugar favorito del Rio, en el centro de cada lunar de tu pecho y de tu rostro, me dejan amando las paradas del sueño eterno, que terminan con nosotros dos en el mismo lugar de siempre.

La villa de los amantes en la plaza de los viajeros.


- Christian Daniel

Escritos de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora